“Pero él les dijo: ‘No se asusten. Ustedes buscan a Jesús nazareno, que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto’ ” (Mar. 16:6).
La crucifixión de Jesús fue un oscuro fin de semana para los discípulos mientras no solo lidiaban con la muerte de su Maestro, sino también temían por su propia vida (Juan 20:19).
En Marcos 16, el último capítulo del Evangelio de Marcos, veremos lo que sucedió tras la muerte de Jesús.
Lee Marcos 15:42 a 16:6. ¿Qué ocurre aquí y por qué esta historia es tan relevante para el relato de la resurrección?
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Marcos 15:42 a 16:6 42 Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo,[a] 43 José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. 44 Pilato se sorprendió de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si ya estaba muerto. 45 E informado por el centurión, dio el cuerpo a José, 46 el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. 47 Y María Magdalena y María madre de José miraban dónde lo ponían. 16:1-6 Cuando pasó el día de reposo,[b] María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. 2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. 3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? 4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. 5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. 6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.
Los escritores de los cuatro evangelios coinciden en que Jesús murió en el día que identifican como “la preparación” (Mat. 27:62; Mar. 15:42; Luc. 23:54; Juan 19:14, 31, 42). La mayoría de los comentadores entienden la expresión como una referencia al período que se extiende entre el atardecer del jueves y el del viernes. Jesús murió el viernes de tarde y fue sepultado antes de la puesta de sol. Durante el sábado, descansó en la tumba.
También lo hicieron todos sus discípulos. “Y vueltas, prepararon aromas y perfumes. Pero reposaron el sábado, conforme al mandamiento” (Luc. 23:56), algo que habría sido extraño si Jesús hubiera disminuido la obligación de guardar el cuarto Mandamiento o si así lo hubieran entendido ellas.
El sábado de noche, las mujeres compraron especias y fueron el domingo de mañana al sepulcro con la intención de completar el procedimiento funerario acostumbrado. Por supuesto, ¡Jesús no estaba allí!
Lee Colosenses 2:10 al 12. ¿Cuál es el memorial de la resurrección de Jesús según el Nuevo Testamento?
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Colosenses 2:10 al 12 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
No hay una sola palabra en la Biblia que sugiera la sacralidad del domingo como un recordatorio de la resurrección. Ese recordatorio es el bautismo.
Leer Romanos 6:4 y complete el siguiente versículo: Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
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Leer Romanos 6:4
Independientemente de la teología errónea acerca del culto dominical, debemos como adventistas regocijarnos por la resurrección de Jesús, ocurrida el domingo de mañana. Jesús ha triunfado sobre la muerte en virtud de su muerte y resurrección, y es gracias a esta que estamos seguros de nuestra propia resurrección.
Si Cristo murió y resucito ¿Nosotros también podemos resucitar para vida eterna? Leer 1 Ped. 1:3
Verdadero
Falso
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1 Ped. 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
¿Quiénes fueron al sepulcro el día domingo? Leer Marcos 16:1 al 8
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Marcos 16:1 al 8 Cuando pasó el día de reposo,[a] María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. 2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. 3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? 4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. 5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. 6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. 7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. 8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.
Los romanos movieron la piedra del sepulcro - Leer Marcos 16:1-8
Verdadero
Falso
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la tumba estaba vacía
Además, la tumba estaba vacía. Aun los historiadores ateos aceptan ese hecho. Si así no fuera, la aseveración acerca de la resurrección de Jesús habría fracasado desde el principio, pues la existencia de su cuerpo habría destruido cualquier pretensión de que hubiera vuelto a la vida.
Luego, la explicación de que sus discípulos sustrajeron el cuerpo es insostenible, ya que no podrían haber burlado a la guardia. Y, aun en el caso de que hubieran podido y se llevaran el cuerpo, ¿por qué no fueron arrestados por hacerlo? La respuesta es que los líderes religiosos sabían que los discípulos no habían hecho eso.
Por otra parte, muchas personas dieron testimonio de que habían visto a Cristo resucitado. Muchos, incluyendo a los discípulos, no creyeron al principio. Y Pablo, un muy sólido enemigo, no solo asegura haber visto al Señor resucitado, sino también esa experiencia cambió radicalmente toda la trayectoria de su vida.
Evidencia poderosa en favor de su resurrección.
Finalmente (aunque existen muchas otras razones), ¿cómo explicar el surgimiento de la iglesia cristiana, fundada por personas que afirmaron haber visto al Señor resucitado? ¿Por qué habrían estado esas personas dispuestas a morir por algo que supieran que no era verdad? El testimonio sostenido de ellos desde poco después de la muerte de él (Hech. 3:15) y en los años siguientes (1 Ped. 1:3) es una evidencia poderosa en favor de su resurrección.
¿Qué le dijo el Ángel a las mujeres? Leer Marcos 16:6-7
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Marcos 16:6-7 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. 7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo
Ahora, en esta escena, aun después de que se les ha dicho que Jesús ha resucitado, las mujeres, temerosas y asombradas, huyen del sepulcro y, al menos en un primer momento, tampoco ellas hablan acerca de lo que ha sucedido.
No obstante, el silencio no dura mucho. Al llegar al final del libro de Marcos, leemos lo siguiente: “Y ellos salieron y predicaron en todas partes. Y el Señor los ayudaba, y confirmaba la palabra con las señales que seguían” (Mar. 16:20).
¿Debemos guardar silencio acerca de Jesús y de lo que ha hecho? Leer Marcos 16:20
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Marcos 16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
¿Por qué no deberíamos guardar silencio acerca de Jesús y de lo que ha hecho? ¿A quién podrías hablar hoy acerca de Jesús y del Plan de Salvación?
¿A quien primero se le apareció Jesús? Leer Marcos 16:9
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Marcos 16:9 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.
María al contarle a los discípulos que vio a Jesús ellos le creyeron. Leer Marcos 16:9-11
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Falso
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Marcos 16:9-11 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. 10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. 11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.
La primera persona en ver a Jesús resucitado es María Magdalena (Juan 20:11-18). Otras mujeres también lo vieron (Mat. 28:8-10). Es significativo que las primeras personas que ven a Jesús resucitado son mujeres. Puesto que las mujeres no tenían un estatus elevado como testigos en el mundo antiguo, si el relato acerca de la resurrección hubiera sido ficticio, habría sido mucho más probable que seleccionara a hombres como sus primeros testigos. Pero no fueron hombres, no los discípulos, sino una mujer. Ella va entonces a dar la buena noticia a los discípulos, pero, no es de sorprenderse, ellos no creen en su testimonio, muy probablemente porque les parecía fantasioso y, además, y desafortunadamente, porque provenía de una mujer.
¿Qué sucedió con discípulos y Jesús? Leer Marcos 16:14
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Marcos 16:14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
¿Cómo podemos protegernos de caer en la trampa espiritual de la duda y la incredulidad? ¿Por qué deberíamos vincularnos cada día con el Cristo resucitado?
¿Cual fue la comisión que Jesús nos dejo a nosotros? Leer Marcos 16:15-16
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Marcos 16:15-16 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Para estudiar y meditar
“Para el creyente, la muerte es asunto trivial. Cristo habla de ella como si fuera de poca importancia. ‘El que guardare mi palabra, nunca verá muerte’, ‘nunca sufrirá muerte’. Para el cristiano, la muerte es tan solo un sueño, un momento de silencio y tinieblas. La vida está oculta con Cristo en Dios y, ‘cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria’ (Juan 8:51, 52; Col. 3:4)” (DTG 745).
Aun los historiadores ateos, quienes no aceptan la realidad de la resurrección, admiten no solo que Jesús fue ejecutado, sino también que, tras su muerte, muchos afirmaron haberlo visto resucitado y que, como resultado, dieron inicio al núcleo de lo que llegó a ser la iglesia cristiana. En un intento por explicar por qué esas personas afirmaron eso, algunos dijeron que Jesús tenía un hermano mellizo o que los primeros discípulos alucinaron pensando que en realidad habían visto a Jesús. Otros dijeron que, en realidad, no murió, sino que solo se desvaneció, volviendo posteriormente en sí. Otra persona afirmó que los extraterrestres descendieron y se llevaron el cuerpo. Para conocer todos estos argumentos y por qué son insostenibles, ver Clifford Goldstein, ¡Ha resucitado! Encontrando esperanza en la tumba vacía (ACES, 2022).