“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Entonces él enviará a sus ángeles y juntará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Mar. 13: 26, 27).
La lección de esta semana comienza con una muy breve historia que se encuentra al final de Marcos 12. En ella, Jesús pronuncia una profunda declaración acerca de una pequeña acción realizada por una viuda. No obstante, la sección principal de la lección de esta semana tiene que ver con Marcos 13, donde se registra, entre otras cosas, una asombrosa profecía acerca de la suerte final del Templo. Este capítulo, junto con sus paralelos en Mateo 24 y Lucas 21, se refiere tanto a la destrucción de Jerusalén como, mucho después, al fin del mundo.
Lo que Marcos 13 deja muy en claro es que la profecía abarca el lapso que va desde el tiempo del profeta, Jesús, hasta el tiempo del fin y su segunda venida. Este patrón sigue lo que se conoce como “la interpretación historicista de la profecía acerca del tiempo del fin” en oposición al intento de circunscribir estas profecías al pasado o al futuro lejano.
Lee Marcos 12:41 al 44. ¿Cuánto dio la viuda y qué dijo Jesús al respecto?
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Marcos 12:41 al 44 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Muchas personas traían cuantiosas ofrendas para depositarlas en trece canastas ubicadas en el Patio de las Mujeres, cerca del Templo. Jesús estaba sentado allí cuando vio a la viuda aproximarse y dejar dos lepta, el equivalente a 1/32 parte de un denario, la paga diaria usual de un jornalero. Por lo tanto, la ofrenda de esta mujer fue muy pequeña.
Jesús, sin embargo, quedó impresionado por su ofrenda. Muchas personas ricas traían grandes sumas, pero él no comentó acerca de sus donativos mientras los depositaban. En cambio, la ofrenda de esta viuda provocó su alabanza. Él declara que ella puso más que todos los demás. ¿Cómo es esto posible? Jesús destaca que ellos dieron de su abundancia, pero ella dio de su pobreza. A ellos les quedaba mucho aún, pero ella entregó todo lo que tenía para su subsistencia. Esto hace que su ofrenda resulte exorbitante, aun cuando su valor monetario era minúsculo.
👀Lecciones Importante 👀
📌Dar para la causa de Dios no es algo que depende de las acciones de los dirigentes para tener validez. La dirigencia del Templo era corrupta, pero Jesús no avaló la retención de ofrendas. Si alguna vez hubo líderes religiosos corruptos (¿Caifás? ¿Anás?), los de ese momento estaban entre los peores. Jesús también lo sabía.
Lee Marcos 13:1 al 13. ¿Qué dijeron los discípulos en respuesta a la declaración de Jesús acerca del Templo y cuál es la relevancia de su contestación?
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Marcos 13:1 al 13. Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3 Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? 5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
En verdad, serán perseguidos, encarcelados y, algunos de ellos, ejecutados. Pero, a lo largo de todo ello, Jesús indica que aún no sería el tiempo. No deben dejarse engañar por los eventos tumultuosos. Además, el Espíritu Santo les dará las palabras para hablar en el momento oportuno, aun cuando la familia y los amigos los abandonen.
Lo que podemos aprender de estas palabras introductorias en la profecía de Jesús es que el pueblo de Dios no debe temer el tumulto y la prueba. Debe ser vigilante, pues el Espíritu de Dios lo conducirá a través de la tribulación.
Lee Marcos 13:14 al 18. ¿Qué clave da Jesús para entender qué es “la abominación asoladora”?
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Marcos 13:14 al 18. Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno;
Jesús llega al punto central acerca de la caída de Jerusalén en Marcos 13:14. Se refiere allí a “la abominación asoladora”. El Señor dice que el lector debería ser capaz de entender. Con estas palabras, está llevando la atención de los discípulos al libro de Daniel. Esta terminología aparece en Daniel 9:27, 11:31 y 12:11, con un paralelo en Daniel 8:13.
Lee Daniel 9:26 y 27. ¿Quién es el “príncipe que ha de venir”?
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Daniel 9:26 y 27 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Pero ¿quién es el “príncipe que ha de venir”, que acarrea la desolación de la ciudad de Jerusalén? La ciudad fue destruida por el general romano Tito. Por lo tanto, parece lógico concluir que él es el “príncipe que ha de venir”, al que se refiere Daniel 9:26 y 27. Los dos individuos están vinculados, porque la manera en que el Mesías fue tratado selló la suerte de la ciudad.
La abominación se refiere probablemente a la colocación de los estandartes paganos romanos en Israel durante el asedio de Jerusalén a fines del año 60 d.C. Esta fue la señal para que los cristianos huyeran de la ciudad, lo cual hicieron.
Lee Marcos 13:19. ¿A qué se refiere este versículo?
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Marcos 13:19 Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá.
la gran persecución descrita aquí en Marcos 13:19 al 23 se hace eco de las profecías de Daniel 7 y 8, donde el poder representado por el cuerno pequeño persigue al pueblo de Dios durante “tiempo, dos tiempos y medio tiempo” (Dan. 7:25). Este período profético de 1.260 días equivale a 1.260 años literales (Núm. 14:34; Eze. 4:6) y se extendió desde el año 538 d.C. hasta el año 1798 d.C. En 1798, Napoleón envió a su general para encarcelar al papa. Durante este período de 1.260 años, el poder simbolizado por el cuerno pequeño persiguió y mató a quienes no estaban de acuerdo con su sistema de gobierno eclesiástico.
Lee Marcos 13:20 al 23. ¿Qué esperanza ofrece Dios a su pueblo durante el tiempo de persecución y qué advertencia le hace al final?
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Marcos 13:20 al 23 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.
Marcos 13:20 habla de un acortamiento de la persecución por causa del pueblo de Dios. Históricamente, los fuegos de la persecución se atenuaron tras el surgimiento de la Reforma protestante, y se acortó así el tiempo de aflicción. A medida que el poder del cuerno pequeño decrecía, más personas se unían a las reformas. Pero el poder del cuerno pequeño volvería a surgir, como lo indica la profecía de Apocalipsis 13.
Lee Marcos 13:24 al 32. ¿Qué gran evento se describe aquí?
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Marcos 13:24 al 32 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Este evento no es otro que el regreso de Cristo en gloria, precedido por señales en el Sol, la Luna y las estrellas. El Nuevo Testamento está lleno de profecías que apuntan hacia este maravilloso evento. El apóstol Pablo lo describe en detalle en 1 Tesalonicenses 4:13 al 18, donde dice que quienes han muerto en Cristo serán traídos nuevamente a la vida y llevados junto con los santos vivientes para encontrarse con Cristo en el aire. En 1 Corintios 15, el apóstol habla en detalle acerca de la realidad de la resurrección de los muertos, lo que ocurre en ocasión del regreso de Cristo.
¿El Señor retarda su promesa? Leer 2 Pedro 3:3 -13
Verdadero
Falso
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2 Pedro 3:3 -13 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
¿El regreso de Cristo se transmitirá por redes sociales y por televisión? Leer Apocalipsis 1:7
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Apocalipsis 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
Pedro describe también ese gran día en 2 Pedro 3:3 al 13. Allí explica que el Señor no retarda su promesa, sino que quiere que todos se arrepientan. Apocalipsis también contiene vívidas descripciones del retorno de Cristo (ver Apoc. 1:7; 6:12-17; 14:14-20; 19:11-21). El Nuevo Testamento enseña consistentemente que el retorno de Cristo será personal, literal, visible y audible. Todos lo verán cuando venga.
Sopa de Letras
Encuentra las siguientes 3 palabras: JESUS, SEGUNDA, VENIDA
Para estudiar y meditar
“Por cuanto no sabemos la hora exacta de su venida, se nos ordena que velemos. ‘Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando’. Los que velan esperando la venida de su Señor no aguardan en ociosa expectativa. La espera de la venida de Cristo debe inducir a los hombres a temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores. Les ha de hacer sentir cuán grande pecado es rechazar sus ofrecimientos de misericordia. Los que aguardan al Señor purifican sus almas obedeciendo la verdad. Con la vigilancia combinan el trabajo ferviente. Por cuanto saben que el Señor está a las puertas, su celo se vivifica para cooperar con los seres divinos y trabajar para la salvación de las almas. Estos son los siervos fieles y prudentes que dan a la familia del Señor ‘a su tiempo […] su ración’. Declaran la verdad que tiene aplicación especial a su tiempo. Como Enoc, Noé, Abraham y Moisés declararon cada uno la verdad para su tiempo, así también los siervos de Cristo dan ahora la amonestación especial para su generación’ (DTG 604).