“Luego Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame’ ” (Mar. 8:34).
La primera mitad de Marcos dirige la atención hacia quién es Jesús. Sus poderosos milagros y enseñanzas apuntan en la misma dirección: él es el Mesías. Ahora, en este punto crucial de la narración, Jesús preguntará a sus discípulos quién creen ellos que es.
Pedro dará una respuesta estentórea a esa pregunta, y Jesús comenzará inmediatamente a explicar adónde lo conducirán sus pasos como Mesías; como sabemos, a la Cruz.
En la última parte de Marcos 8, y hasta el final de Marcos 10, Jesús se enfoca en instruir a sus discípulos acerca de su derrotero. En estos capítulos, él hará predicciones acerca de la Cruz, que serán seguidas por una instrucción especial acerca del discipulado. Estas poderosas lecciones siguen siendo relevantes hoy.
Lee Marcos 8:22 al 30. ¿Por qué necesitó Jesús dos toques para sanar al hombre ciego? ¿Qué lecciones surgen de este relato?
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Marcos 8:22 al 30 Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. 23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. 24 Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. 25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. 26 Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 28 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. 29 Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. 30 Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.
¿Por qué pide Jesús a sus discípulos que no digan a nadie que él es el Mesías? Leer Marcos 8:27-30
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Marcos 8:27-30 Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 28 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. 29 Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. 30 Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.
¿Existen momentos en los que es importante no decir ciertas cosas, sin importar cuán ciertas puedan ser?
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Si
Lee Marcos 8:31 al 38. ¿Qué dice aquí Jesús acerca del costo de seguirlo?
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Marcos 8:31 al 38 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. 32 Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. 33 Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Los seguidores de Jesús están llamados a tener el mismo objetivo que él tiene, a tomar su cruz y seguirlo. La crucifixión era el método romano de ejecución más cruel, humillante e intimidatorio. Todos querían evitar la cruz. Por lo tanto, ¿cómo querría alguien adoptar la cruz como símbolo de su devoción a Jesús?
Jesús no solo explica el costo del discipulado, sino también su gran recompensa. En la paradoja de la fe cristiana, perder la vida llega a ser la manera de encontrarla. En contraste, ganar el mundo entero pero renunciar a la vida eterna carece de sentido, así como el misionero Jim Elliot lo expresó en su diario personal el 28 de octubre de 1949: “No es tonto quien da lo que no puede conservar para ganar lo que no puede perder”.
Completa el verso Juan 12:25 " El que ama su vida ______________________".
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Juan 12:2 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Lee Marcos 9:1 al 13. ¿Qué vieron Pedro, Santiago y Juan una noche con Jesús?
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Marcos 9:1 al 13 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. 2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. 4 Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. 5 Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 6 Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. 7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 8 Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.
9 Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos. 10 Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos. 11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? 12 Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada? 13 Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.
La predicción de Jesús en Marcos 9:1 de que algunos que estaban con él no gustarían la muerte antes de ver el Reino de Dios venir en gloria se cumplió pocos días después, cuando llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan a un alto monte. Allí se transfigura ante ellos con la gloria del Reino celestial.
Elías y Moisés descienden entonces del ámbito celestial y conversan con Jesús. Lucas destaca que hablaban de la partida (griego exodos) de Jesús, que habría de ocurrir en Jerusalén (Luc. 9:30, 31). De esta manera, la escena de gloria está ligada a la muerte de Jesús en la cruz (ver Mar. 9:9) y sería una fuente de esperanza cuando los discípulos lo vieran crucificado.
Que dice Jesús acerca de ¿Quién es el más grande? Leer Marcos 9:33-37
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Marcos 9:33-37 Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? 34 Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor. 35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. 36 Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: 37 El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.
En la casa les pregunta acerca de la discusión que tuvieron en el camino. Nadie se expresa, lo que es señal segura de que no se sienten cómodos con la pregunta, casi como niños sorprendidos mientras hacen algo que saben que está mal. Su conversación había sido acerca de quién de ellos era el más importante. Aunque la mayoría de la gente no lo admitiría, esta pregunta acerca de quién es el más importante es algo en lo que todos piensan. Pero, en el Reino de Dios, esta idea resulta invertida.
Jesús responde al problema en dos pasos. En primer lugar, afirma claramente que para ser el primero, el más importante, es necesario llegar a ser un servidor. Luego, ilustra el significado de lo que ha dicho mediante una acción. Evidentemente había un niño cerca escuchando. Jesús toma al niño y lo coloca en medio del grupo, algo sin duda intimidatorio para el pequeño. Pero entonces Jesús lo toma en sus brazos, descomprimiendo así la escena, y enseña que si reciben al niño, lo reciben a él. Y si lo reciben a él, reciben a su Padre. De esa manera, el niño más humilde queda vinculado con Dios mismo.
¿La idea de grandeza de Cristo es diferente a la idea de grandeza que tiene el mundo?
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Si
¿Deseas ser grande siendo un servidor para Cristo y la humanidad? Leer Marcos 9:35
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Marcos 9:35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.
Para estudiar y meditar
“Antes de la honra viene la humildad. Para ocupar un lugar elevado ante los hombres, el cielo elige al obrero que como Juan el Bautista, toma un lugar humilde delante de Dios. El discípulo que más se asemeja a un niño es el más eficiente en la labor para Dios. Los seres celestiales pueden cooperar con aquel que no trata de ensalzarse a sí mismo sino de salvar almas” (DTG 411).
“Todo lo que nos da ventaja sobre otro –sea la educación o el refinamiento, la nobleza de carácter, el entrenamiento cristiano o la experiencia religiosa– nos impone una deuda para con los menos favorecidos; y debemos servirlos en cuanto esté en nuestro poder. Si somos fuertes, debemos sostener las manos de los débiles. Los ángeles de gloria, que contemplan el rostro del Padre en el Cielo, se gozan en servir a sus pequeñuelos. Las almas temblorosas, que tal vez tienen muchos rasgos de carácter censurables, les son especialmente encargadas. Hay siempre ángeles presentes donde más se los necesita, con quienes tienen que pelear la batalla más dura contra el yo y cuyo ambiente es más desalentador. Y los verdaderos seguidores de Cristo cooperarán en ese ministerio” (DTG 415).