“Compra la verdad y no la vendas; adquiere sabiduría, disciplina e inteligencia” (Prov. 23:23).
El objetivo de la lección de esta semana es revelar lo que dice la Palabra profética sobre los acontecimientos finales, y redescubrir la fortaleza de Cristo para ayudarnos a atravesar el conflicto final de la Tierra y llevarnos a casa.
Lealtad a Dios y a su palabra
Lee Proverbios 23:23; y Juan 8:32 y 17:17. ¿Qué tienen en común estos versículos?
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Proverbios 23:23
Compra la verdad, y no la vendas;
La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
Juan 8:32
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 17:17
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
La Biblia es la palabra absoluta de Dios. Leer Juan 17:17
Verdadero
Falso
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Leer Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
A lo largo de los siglos, el Gran Conflicto ha sido una batalla entre la verdad y el error. Satanás es un mentiroso y el padre de la mentira (Juan 8:44). Jesús es el autor de toda verdad. Él declaró: “ ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida’ ” (Juan 14:6). La verdad que nos libra de los engaños de Satanás se encuentra en la Palabra de Dios. La Biblia desenmascara la estrategia de Satanás y revela los planes de Dios. La Escritura es una lámpara para nuestros pies (Sal. 119:105). El salmista declara: “La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los sencillos” (Sal. 119:130). Y añade: “Toda tu palabra es verdad” (Sal. 119:160).
¿La Palabra de Dios son fábulas artificiosas? Leer 2 Pedro 1:16 - 21
Verdadero
Falso
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2 Pedro 1:16 - 21 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 17 Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. 18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
No hemos seguido “fábulas ingeniosas”. Las profecías de la Palabra de Dios iluminan el camino que tenemos por delante. Nos ayudan a distinguir la verdad del error. Sin la Biblia, quedaríamos librados a los caprichos de la opinión humana y caeríamos fácilmente en el engaño.
Sellados para el cielo
En la crisis venidera relativa a la adoración, el pueblo fiel de Dios no cederá a las presiones mundanas (Apoc. 14:12). Estará sellado por el Espíritu Santo (Efe. 4:30) y no podrá ser movido.
Lee Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué elementos de un sello contiene el mandamiento del sábado?
8) Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo.
9) Seis días trabajarás, y harás toda tu obra
10) mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11) Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
Tres elementos de un sello auténtico:
(1) El nombre de a quien pertenece el sello: “el Señor tu Dios”
(2) su título: “el Señor hizo”, el Creador
(3) su territorio: “el Cielo, la tierra y el mar, y todo lo que contienen”.
Compara Apocalipsis 7:1 y 2 y 14:1 con 13:16 y 17. ¿Dónde se reciben el sello de Dios y la marca de la bestia?
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Apocalipsis 7:1 y 2 Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. 2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
Apocalipsis 14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
Apocalipsis 13:16-17 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
El sello de Dios se coloca en la frente. La frente es un símbolo de la mente y representa una decisión consciente.
La marca de la bestia se recibe en la frente o en la mano, lo que indica que la gente está intelectualmente convencida y por decisión propia acepta las mentiras de Satanás, o bien se conforma a la falsa adoración para evitar ser asesinada.
El diablo odia a los que obedecen a Dios. El Gran Conflicto llega a su punto culminante cuando el dragón (Satanás) declara la guerra al remanente creyente que guarda “los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12). Ellos se mantienen firmes en su lealtad a Cristo.
¿A quién adoramos?
En los últimos días, el gran conflicto en torno a la adoración se desplegará de una manera dramática. ¿Adoramos al Creador o adoramos a la bestia y su imagen? No hay término medio. El primer ángel de Apocalipsis 14 insta a hombres y mujeres a adorar “al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apoc. 14:7). Como apoyo adicional a este llamado celestial, el tercer ángel revela las terribles consecuencias de adorar a la bestia: “Beberá[n] del vino de la ira de Dios, vaciado puro en la copa de su ira” (Apoc. 14:10). En cambio, los que adoran al Creador “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12).
Lee Apocalipsis 13:13 al 17. ¿Qué castigos específicos se imponen a los que no reciben la marca de la bestia?
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Lee Apocalipsis 13:13 al 17 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
La Creación es la base de la verdadera adoración (Apoc. 4:11). Puesto que Dios es “quien creó todas las cosas” (Efe. 3:9), Satanás odia al Creador y ha intentado por medio de poderes terrenales cambiar el sábado, el monumento conmemorativo de la Creación (Dan. 7:25). El conflicto venidero sobre la Ley de Dios se centra en la autoridad. Si Satanás puede erradicar la adoración del sábado, declarará que su autoridad es mayor que la autoridad de Dios. Para lograr esto, Satanás intentará convencer o coaccionar al mundo entero para que acepte un día de reposo falso.
La crisis de la COVID-19
La crisis de la COVID-19 nos mostró que de la noche a la mañana nuestro mundo puede convertirse en un lugar diferente. Aunque no conocemos los detalles que conducen a la marca de la bestia, no es muy difícil de imaginar. El mundo es muy inestable y, por cierto, con la asombrosa tecnología que existe actualmente, lo que la Biblia advierte puede llegar a suceder más rápidamente de lo que ahora podríamos imaginar.
Las lluvias temprana y tardía
Lee Joel 2:21 al 24; y Hechos 2:1 al 4 . ¿Qué predicción se cumplió en el siglo I? ¿Qué impacto tuvo?
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Lee Joel 2:21 al 24 Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas. 22 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. 23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.
Hechos 2:1 al 4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Tres mil personas se convirtieron en un día. El libro de Hechos registra milagro tras milagro de la gracia transformadora de Dios: “Muchos de los que habían oído la palabra creyeron. Su número llegó a unos cinco mil” (Hech. 4:4). Solo 120 creyentes se reunieron para orar, pero la oración produjo una diferencia espectacular. Rápidamente la iglesia añadió a miles de creyentes; incluso “gran cantidad de sacerdotes obedecía a la fe” (Hech. 6:7). Cuando los discípulos fueron ferozmente perseguidos en Jerusalén, “iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hech. 8:4). Se erigieron iglesias por toda Judea, Samaria y Galilea (ver Hech. 9:31). Tras su conversión, el apóstol Pablo proclamó a Cristo por todo el mundo mediterráneo. En Tesalónica, algunos judíos contrarios al evangelio hicieron esta asombrosa declaración: “ ‘Esos que han trastornado el mundo entero han venido también aquí’ ” (Hech. 17:6). Mediante el poder del Espíritu Santo, los discípulos alcanzaron el mundo entonces conocido en un tiempo relativamente corto. La predicción de Joel sobre la lluvia temprana se cumplió en Pentecostés, pero la lluvia tardía será derramada con mayor poder para preparar la cosecha final de la Tierra.
Lee Zacarías 4:6; 10:1; Oseas 6:3; y Santiago 5:7 y 8. Según estos versículos, ¿cómo terminará la obra de Dios en la Tierra?
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Lee Zacarías 4:6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Zacarías 10:1 Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.
Oseas 6:3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
Santiago 5:7 y 8 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Los términos lluvia “temprana” y “tardía” están tomados del ciclo de la cosecha en Israel. La lluvia temprana caía en el otoño, para germinar la semilla. La lluvia tardía caía en la primavera, para madurar la cosecha. Esto describe la obra del Espíritu Santo para la proclamación del evangelio. “Como la ‘lluvia temprana’ fue dada en tiempo del derramamiento del Espíritu Santo al principio del ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la ‘lluvia tardía’ será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha. (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 596).
Para estudiar y meditar
Ya en 1851, los pioneros adventistas identificaron la segunda bestia de Apocalipsis 13:11 al 17 con los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, en aquella época debió de haberles resultado difícil entender cómo los Estados Unidos podrían lograr que todo el mundo adorara a la primera bestia (Apoc. 13:12). Incluso en la década de 1880, toda la Marina de los Estados Unidos apenas constaba de 48 barcos anticuados.
Pero, desde el final de la Guerra Fría, ninguna potencia iguala militarmente a Estados Unidos. Y, aunque los estadounidenses han disfrutado de maravillosas libertades, a medida que los tiempos se vuelven más difíciles, no es difícil ver cómo esas libertades son pisoteadas, y aun totalmente socavadas. Muchos creen que incluso en la actualidad está sucediendo esto.
“Todos los que se nieguen a someterse [a la observancia del falso día de reposo] serán castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de muerte. Por otra parte, la Ley de Dios que impone el día de reposo del Creador exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 590).
Muchos que profesaron abandonarán su fe
“Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que profesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la verdad, abandonarán su fe, e irán a engrosar las filas de la oposición. Uniéndose con el mundo y participando de su espíritu, llegarán a ver las cosas casi bajo el mismo aspecto; así que cuando llegue la hora de prueba estarán preparados para situarse del lado más fácil y de mayor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron un día en la verdad, emplearán sus facultades para seducir y descarriar a las almas. Se convertirán en los enemigos más encarnizados de sus hermanos de antaño. Cuando los observadores del sábado sean llevados ante los tribunales para responder de su fe, estos apóstatas serán los agentes más activos de Satanás para calumniarlos y acusarlos y para incitar a los magistrados contra ellos por medio de falsos informes e insinuaciones” (ibíd., p. 594).