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El espiritismo desenmascarado

“El mismo Señor descenderá del Cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes, a recibir al Señor en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:16, 17).




En todo el mundo, millones de personas creen que después de fallecer los muertos siguen existiendo de manera consciente e incorpórea. Esta creencia es el fundamento del espiritismo, uno de los engaños más extendidos y eficaces de Satanás. Por cierto, el espiritismo tuvo sus comienzos en el Edén con la mentira de la serpiente a Adán y a Eva: “No morirán” (Gén. 3:4). A lo largo de la historia ha adoptado diversas formas, pero siempre con la premisa subyacente de que la vida continúa incluso después de la muerte. En el conflicto final de la Tierra, Satanás engañará a millones de personas mediante fenómenos espiritistas. El libro de Apocalipsis indica que esta es una de las formas en que intentará someter al mundo bajo su control.


El objetivo de esta lección es mostrar que nuestra única salvaguardia contra los engaños de Satanás en los últimos días es una relación personal con Cristo y una sólida base en las enseñanzas de la Biblia. Esto incluye sus enseñanzas sobre la muerte, a pesar de lo que nuestros ojos, oídos y el corazón traten de decirnos.


Las consecuencias mortales del espiritismo


¿Dios aprueba las consultas a los muertos? Leer Deuteronomio 18:10-12


Levítico 20:27 Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.


El Señor prohibió que su pueblo participara de cualquier tipo de ocultismo. No debían tolerar entre ellos “ni encantador, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos” (Deut. 18:11). Esa gente debía morir apedreada (Lev. 20:27). El castigo parece increíblemente duro, pero tenía el propósito de proteger a Israel de la adoración de dioses falsos.


La brujería es demoníaca. Seduce a la gente hacia una adoración falsa y falsifica una relación auténtica con Dios. Pero nunca puede satisfacer las necesidades más profundas del corazón. El espiritismo está en el centro del plan de Satanás para cautivar al mundo. Pero Jesús, por su gracia y su poder, libera a los cautivos de las cadenas del mal que los atan.


Lee Eclesiastés 9:5; Job 7:7 al 9; e Isaías 8:19 y 20. ¿Qué nos enseñan estos pasajes bíblicos sobre la muerte y la comunicación con los muertos?




La creencia de que los muertos van directamente al Cielo al morir, aunque no es bíblica, ha existido durante tanto tiempo (como la observancia del domingo), y está tan firmemente arraigada, que es muy difícil que la gente la abandone. Las personas utilizan algunos textos, sacados de contexto, para tratar de justificar la creencia. Pero esta falsa enseñanza la deja sin protección contra los engaños que Satanás puede presentarle, especialmente durante la crisis final.


¿Las personas muertas pueden alabar a Dios? Leer Salmo 6:5




Salmos 115:17 Los muertos no pueden entonar alabanzas al Señor, porque han bajado al silencio de la tumba,


El Antiguo Testamento no enseña la inmortalidad del alma. Tampoco enseña que después de la muerte los fieles vuelan a la dicha del Cielo por la eternidad, ni que después de la muerte los infieles descienden al infierno, donde arden por la eternidad. Enseña que la muerte es un sueño. El libro de Reyes utiliza la expresión “durmió con sus padres” para describir la muerte de los patriarcas. Los Salmos la llaman el “sueño de la muerte” (Sal. 13:3, NVI; comparar con Sal. 90:5). En referencia a la muerte, Job habla de no despertar del sueño (Job 14:12). El salmista añade: “Pero yo, en justicia veré tu rostro. Quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Sal. 17:15).


No entender la verdad sobre la muerte nos deja expuestos a los engaños de Satanás. “Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que personificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más tiernos sentimientos de afecto y dolor y harán milagros con el fin de sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que aparecen como tales son espíritus de demonios” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 547).


Lee Daniel 12:2; y Job 19:25 y 26. ¿Qué elementos sobre el estado de los muertos añaden estos versículos?




Aunque lloramos por los muertos, piensa así de los que mueren en Cristo: ellos cierran los ojos en la muerte y luego, independientemente del tiempo que pase hasta que Jesús regrese, lo siguiente que verán será la Segunda Venida. El primer pensamiento que podrían llegar a tener en la resurrección es: ¡Guau! Al fin y al cabo, ¡Jesús realmente regresó pronto!


¿Cómo Jesús se refería a la muerte? Leer Juan 11:11-14




Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento utilizan el simbolismo de la muerte como un sueño. Al menos 53 veces en la Biblia la palabra “sueño” se equipara con la muerte. Los autores bíblicos coinciden en que no hay existencia consciente en un alma inmortal que abandona el cuerpo inmediatamente después de la muerte.


1 Tesalonicenses 4:15-17


Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.


1 Corintios 15:51-54


He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.


Estos versículos encajan perfectamente con otros textos bíblicos sobre la esperanza que tenemos en la resurrección al momento de la venida de Jesús, cuando recibiremos la “herencia que nunca puede perecer, ni contaminarse, ni marchitarse, reservada en el Cielo para ustedes” (1 Ped. 1:4). Sin embargo, si los muertos ya están en el Cielo, ¿por qué habla Pedro de una herencia “reservada en el Cielo” para nosotros? Es evidente que los creyentes del Nuevo Testamento anhelaban la venida de Cristo y la resurrección de los muertos, y esta esperanza les inspiraba fidelidad en las pruebas de la vida.


Lee Mateo 24:5, 11 y 24; 2 Tesalonicenses 2:7 al 9; Apocalipsis 13:13 y 14; y 16:13 y 14. ¿Qué clase de engaños enfrentará la gente en los últimos días?




El diablo utilizará “señales y prodigios” y milagros espectaculares para engañar a las multitudes justo antes de la venida de Jesús. Ángel Rodríguez hace esta reveladora declaración sobre el poder engañoso de los espíritus demoníacos: “Su poder de persuasión no se encuentra en el contenido de su mensaje, sino en el poder de las manifestaciones sobrenaturales llamadas ‘señales’, o ‘milagros’. Realizan/hacen (poieo) señales, apelando así al lado afectivo de los seres humanos más que a sus capacidades discrecionales y racionales. El hecho de que los demonios realicen estas señales muestra que la fuerza unificadora del mensaje de los tres demonios [el dragón, la bestia y el falso profeta] es de naturaleza espiritista (Dios no es su fuente u origen). A medida que el Conflicto Cósmico se acerque a su fin, el poder demoníaco entrará en la arena de la historia humana de una manera sin precedentes. El espiritismo, cuyo fundamento mismo es la enseñanza de la inmortalidad del alma (que no es bíblica), tomará cautivo prácticamente a todo el mundo” (“The Closing of the Cosmic Conflict: Role of the Three Angels’ Messages”, manuscrito inédito, p. 6).


¿Por qué es peligroso confiar en nuestras emociones? ¿Qué papel desempeñan (bueno y malo) en nuestra experiencia de fe? ¿Cómo puede Satanás eludir nuestros procesos de pensamiento y apelar a nuestros sentimientos?


“Satanás ha estado preparándose desde hace tiempo para su último esfuerzo para engañar al mundo. […] Poco a poco Satanás ha preparado el camino para su obra maestra de seducción: el desarrollo del espiritismo. Aún no ha logrado realizar completamente sus designios; pero lo conseguirá en el poco tiempo que nos separa del fin. […] Todo el mundo, menos los que estén protegidos por el poder de Dios a través de la fe en su Palabra, será incorporado a las filas de los engañados. La gente se está dejando adormecer en una seguridad fatal, y solo despertará cuando la ira de Dios se derrame sobre la Tierra” (Elena de White, El conflictodelossiglos, p. 548). Nuestra única seguridad está en Jesús y en su Palabra.


Para estudiar y meditar


Un libro reciente de Lee Strobel, The Case for Heaven [Argumentos a favor del Cielo], se basa en la idea de que, al fallecer, los muertos siguen vivos en algún tipo de existencia consciente, y utiliza las “experiencias cercanas a la muerte” (ECM) como parte de la “prueba”. Un ejemplo: “Otra chica, que tuvo una ECM durante una cirugía de corazón, dijo que conoció a su hermano en la otra vida, lo que le sorprendió porque no tenía hermano. Cuando más tarde se recuperó y se lo contó a su padre, este le reveló por primera vez que, en efecto, tenía un hermano, pero que había muerto antes de que ella naciera” (Lee Strobel, The Case for Heaven [Grand Rapids, MI: Zondervan Books, 2021], p. 69). No obstante, Strobel tiene dificultades para armonizar la idea de una vida después de la muerte inmediata con la clara enseñanza bíblica de que únicamente cuando Cristo regrese los cristianos recibirán su recompensa final.


Se nos ha advertido: “Muchos serán confrontados con espíritus de demonios que personificarán a parientes o amigos queridos, y que proclamarán las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fin de sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirlos con la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que aparecen como tales son espíritus de demonios. “Es inminente ‘la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra’ (Apoc. 3:10). Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra de Dios serán engañados y vencidos. La operación de Satanás es ‘con todo el artificio de la injusticia’, con el fin de obtener dominio sobre los hijos de los hombres; y sus engaños irán en aumento. Pero solo puede lograr sus fines cuando los hombres ceden voluntariamente a sus tentaciones. Los que busquen sinceramente un conocimiento de la verdad y se esfuercen en purificar sus almas mediante la obediencia, y así hagan lo que pueden en preparación para el conflicto, encontrarán seguro refugio en el Dios de verdad. La promesa del Salvador es: ‘Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré’ (vers. 10). Él enviará instantáneamente a todos los ángeles del Cielo para proteger a su pueblo antes que permitir que una sola alma que confíe en él sea vencida por Satanás” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 547).



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