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Fe contra todo pronóstico

Fe contra todo pronóstico




Los reformadores protestantes tenían algo que el siglo XXI necesita desesperadamente: un propósito para su vida. En su libro The Empty Self [El yo vacío], el prestigioso psicólogo estadounidense Philip Cushman habla de quienes viven sin propósito. Sus creencias son superficiales, pocas cosas les importan y no tienen nada por lo que merezca la pena morir o vivir.


Pero los hombres, las mujeres y los niños de la Reforma protestante eran radicalmente diferentes. Tenían un propósito permanente por el que valía la pena vivir. Lo que creían era importante, y no estaban dispuestos a comprometer su integridad. Sus creencias fundamentales formaban parte inseparable de ellos; negarlas era negar su propia identidad. Ante la muerte misma, tenían paz interior


Solo la palabra de Dios


¿Cuál era la actitud de David hacia la Palabra de Dios? Lee Salmos 119:103-104




¿David madrugaba a pedir la ayuda de Dios y tenía su esperanza puesta en Dios? Lee Salmos 119:147


Verdadero Verdadero

Falso Falso


¿Cómo influyó la palabra de Dios en los reformadores?


La Biblia era el fundamento de la fe de los reformadores y la esencia de su enseñanza. Comprendieron que estaban tratando con la inspirada “palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Ped. 1:23). Atesoraban cada palabra. A medida que leían sus páginas y creían en sus promesas, su fe se fortalecía y su valor se renovaba. “Así sucede con todas las promesas de la Palabra de Dios. En ellas, nos habla a cada uno en particular, y de un modo tan directo como si pudiéramos oír su voz. Por medio de estas promesas, Cristo nos comunica su gracia y su poder.


Las Escrituras irradian gozo a nuestro dolor, esperanza a nuestro desaliento, luz a nuestra oscuridad. Dan dirección a nuestra confusión, certeza a nuestra perplejidad, fortaleza a nuestra debilidad y sabiduría a nuestra ignorancia.


¿Que sentía el rey David al descubrir y esperar en las promesas de Dios? Lee Salmos 119:162




Transmitir la palabra de Dios


¿Dios trajo su luz para iluminarnos de la oscuridad de las tinieblas y para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo? Lee 2 Corintios 4:6


¿Ante los retos y las dificultades que tenía el apóstol Pablo al compartir la palabra de Dios que actitud tenía? Lee 2 Corintios 4:1




El apóstol Pablo enfrentó dificultades abrumadoras en su tarea de difundir el evangelio; sin embargo, tenía la confianza de que la Palabra de Dios acabaría triunfando, “porque”, como dijo, “nada podemos contra la verdad, sino solo en favor de la verdad” (2 Cor. 13:8).


Los reformadores se enfrentaron a pruebas similares; no obstante, por fe permanecieron fieles a la Palabra de Dios. Un ejemplo de valentía frente a probabilidades aparentemente abrumadoras es William Tyndale. El mayor deseo de Tyndale era dar a Inglaterra una traducción exacta y legible de la Biblia. Decidió traducir la Biblia a partir de los idiomas originales y corregir algunos de los errores de la traducción de Wycliffe de hacía doscientos años. Finalmente, Tyndale también fue arrestado y juzgado.


¿Dios siempre lleva triunfantes a sus hijos y por medio de ellos esparce su verdad? Lee 2 Corintios 2:14


Verdadero Verdadero

Falso Falso


Iluminado por el Espíritu


Un día, mientras estudiaba en la biblioteca de la Universidad, Martín Lutero llegó a un punto de inflexión en su vida. Descubrió un ejemplar de la Biblia en latín. Con gran deleite, leyó capítulo tras capítulo, versículo tras versículo. Le asombraba la claridad y el poder de la Palabra de Dios.


¿A quién nos envió Dios después de Jesús para enseñarnos y recordarnos su palabra? Lee Juan 14:25-26




¿El Espíritu Santo nos guía a la verdad? Lee Juan 16:13


Verdadero Verdadero

Falso Falso


¿La biblia la palabra de Dios fue inspirada por hombres terrenales y se debe interpretar al juicio personal de cada persona? Lee 2 Pedro 1:20-21


Verdadero Verdadero

Falso Falso


Los reformadores vieron claramente que el Espíritu Santo (no los sacerdotes, los prelados ni los papas) era el Intérprete infalible de las Escrituras. Hay un interesante intercambio registrado entre John Knox, el reformador escocés, y María, reina de Escocia. “María respondió: ‘Usted interpreta las Escrituras de un modo, y ellos [los maestros católico-romanos] las interpretan de otro; ¿a quién creeré y quién será juez [en este asunto]?’”


El reformador contestó: Debe creer en Dios, que habla con sencillez en su Palabra; y más de lo que la Palabra le enseñe, no debe creer ni a unos ni a otros. La Palabra de Dios es clara en sí misma; y si parece haber oscuridad en algún lugar, el Espíritu Santo, que nunca se contradice a sí mismo, lo explica con más claridad en otros lugares de la biblia.


Solo Cristo...Solo la gracia.


¿La salvación es un acto que se logra por medio de las buenas obras humanas que hacemos? Lee Efesios 2:8-9


¿La biblia dice que solo algunas personas pecaron y otras no? Lee Romanos 3:23-24


Verdadero Verdadero

Falso Falso


Dios proveyó la salvación como un regalo. Su Espíritu nos lleva a aceptar por fe lo que Cristo ha provisto gratuitamente mediante su muerte en la Cruz. Jesús, el divino Hijo de Dios, ofreció su vida perfecta para expiar nuestros pecados.


La justicia divina exige una obediencia perfecta. La vida perfecta de Cristo sustituye nuestra vida imperfecta. La Ley divina que hemos quebrantado nos condena a la muerte eterna. La Biblia es clara. Con nuestras decisiones pecaminosas, no alcanzamos el ideal de Dios para nuestra vida.


Pero hay buenas noticias.


¿Cuáles son las buenas noticias para todos los pecadores que regalo nos ha dado Dios por medio de Jesucristo? Lee Romanos 6:23




La obediencia: El fruto de la fe


¿Somos justificados por las obras que exige la ley o somos justificados por la fe? Lee Romanos 3:28




La gracia de Dios nos cambia. Cierto día, John Wesley asistió a una reunión morava en Londres. Wesley quedó asombrado mientras escuchaba la lectura de la introducción de Lutero a Romanos. Por primera vez en su vida, empezó a entender el evangelio. Algo se conmovió en su interior, y se sintió extrañamente atraído por este Cristo que había dado su vida por él. Exclamó: “Sentí que confiaba en Cristo, solo en Cristo para la salvación; y tuve la seguridad de que él había quitado mis pecados, aun los míos, y me había salvado de la ley del pecado y de la muerte”


¿Entonces como estamos bajo la gracia es decir somos salvos por la gracia de Dios ahora podemos pecar a nuestro antojo? Lee Romanos 6:15


¿Solo en quien puede recaer nuestra esperanza de salvación, el perdón de nuestros pecados, la libertad del pecado y la muerte eterna? Lee Romanos 8:1-2




Para estudiar y meditar


Los fieles siervos de Dios no trabajaban solos. Mientras los principados y las potestades de los espíritus malignos se coaligaron contra ellos, el Señor no desamparó a su pueblo. Si sus ojos hubiesen sido abiertos, habrían visto una tan clara evidencia de la presencia y el auxilio divinos como la concedida a los profetas en la antigüedad.


Cuando el siervo de Eliseo mostró a su amo el ejército hostil que los rodeaba sin dejarles escapatoria, el profeta oró: ‘Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea’ (2 Rey. 6:17). Y he aquí el monte estaba lleno de carros y caballos de fuego: el ejército celestial estaba apostado para proteger al varón de Dios. Del mismo modo, había ángeles que cuidaban a quienes trabajaban en la causa de la Reforma (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 221).


Cuando enemigos poderosos se unían para destruir la fe reformada y millares de espadas parecían desenvainarse para combatirla, Lutero escribió: ‘Satanás manifiesta su ira; conspiran pontífices impíos; y nos amenaza la guerra. Exhorten a la gente a que contienda valientemente ante al Trono del Señor, por medio de la fe y la oración, para que nuestros enemigos, vencidos por el Espíritu de Dios, se vean obligados a ser pacíficos. La justificación por la fe, la gran verdad que Lutero redescubrió, es el fundamento del evangelio, la verdad sobre la que descansa nuestra esperanza de salvación.



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