“Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron; pero estos no prevalecieron, ni se halló más lugar para ellos en el cielo” (Apocalipsis 12:7, 8).
Si Dios es tan bueno, ¿por qué el mundo es tan malo? ¿Cómo puede un Dios de amor permitir que exista tanta maldad? ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? En la lección de esta semana exploraremos el conflicto milenario entre el bien y el mal. Comenzando con la rebelión de Lucifer en el Cielo, examinaremos el origen del mal y la paciencia de Dios para afrontar el problema del pecado.
Dios es un Dios de amor increíble. Su naturaleza misma es amor (1 Juan 4:7, 8). Todos sus actos son amorosos (Jer. 31:3). El amor nunca puede ser forzado, coaccionado ni legislado. Elena de White lo expresa muy bien, al escribir: “El amor se despierta únicamente por el amor” (El Deseado de todas las gentes, p. 22). Negar el poder de decisión es destruir la capacidad de amar, y destruir la capacidad de amar es erradicar la posibilidad de ser verdaderamente feliz. Dios se gana nuestra lealtad mediante su amor.
Guerra en el cielo
¿Dónde comenzó el gran conflicto entre el bien y el mal? Lee Apocalipsis 12:7
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Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles. Apocalipsis 12:7
¿Satanás gano la batalla contra el bien y el mal? Lee Apocalipsis 12:8
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El dragón (Satanás) perdió la batalla y él y sus ángeles fueron expulsados del cielo. Apocalipsis 12:8
Estos versículos describen un conflicto cósmico entre el bien y el mal. Satanás y sus ángeles lucharon contra Cristo y, finalmente, fueron expulsados del Cielo. Parece muy extraño que estallara una guerra en un lugar tan perfecto como el Cielo. ¿Por qué ocurrió? ¿Acaso un Dios amoroso creó un ángel demoníaco que inició esta guerra? ¿Hubo algún defecto fatal en este ángel que lo llevó a rebelarse? La Biblia explica claramente el origen del mal.
¿Qué pasó por la mente de este ser angélico llamado Lucifer, que lo llevó a rebelarse? Lee Isaías 14:12-14
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12 ¡Cómo has caído del cielo, oh estrella luciente, hijo de la mañana! Has sido arrojado a la tierra, tú que destruías a las naciones del mundo.
13 Pues te decías a ti mismo: “Subiré al cielo para poner mi trono por encima de las estrellas de Dios. Voy a presidir en el monte de los dioses,
muy lejos en el norte.
14 Escalaré hasta los cielos más altos y seré como el Altísimo”. Isaías 14:12-14
El pecado se originó con Lucifer en el Cielo mismo. No hay explicación lógica para que este ángel perfecto permitiera que el orgullo y los celos echaran raíces en su corazón y se revelara contra su Creador.
Satanás engaña, Cristo prevalece
No hay explicación lógica para que Lucifer, este ángel perfecto, permitiera que el orgullo y los celos echaran raíces en su corazón y se convirtieran en rebelión contra su Creador.
¿Cuántos ángeles cayeron por sus mentiras acerca de Dios y a cuál bebé quería devorar el dragón Satanás? Lee Apocalipsis 12:4
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Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas en el cielo y las arrojó a la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se paró delante de ella, listo para devorar al bebé en cuanto naciera. Apocalipsis 12:4
Una cosa es cierta acerca de la guerra en el Cielo: cada ángel tenía que decidirse a favor o en contra de Cristo. ¿A quién seguirían? ¿A quién escucharían? Los ángeles leales eligieron ser obedientes a los amorosos mandatos de Cristo, mientras que un tercio de los ángeles escuchó la voz de Lucifer, desobedeció a Dios y se perdió el Cielo.
¿En este gran conflicto entre el bien y el mal Josué y su familia tuvieron que tomar la decisión de servir a Dios? Lee Josué 24:15
Verdadero
Falso
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Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Josué 24:15
Cuando Dios creó a la humanidad, incluyó en lo más profundo de nuestro cerebro la capacidad de pensar, razonar y elegir. La esencia de nuestra humanidad es la capacidad de tomar decisiones morales. Fuimos creados a imagen de Dios, a diferencia de la creación animal, en nuestra
capacidad de tomar decisiones morales y vivir según principios espirituales eternos. Desde la rebelión de Lucifer en el Cielo, Dios ha llamado a su pueblo a responder a su amor y a ser obediente a sus mandamientos mediante la decisión de servirlo
El planeta tierra se ve afectado
¿Cuál es la consecuencia de la desobediencia a Dios por causa del pecado? Lee Romanos 3:23
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Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23
¿Por causa del pecado de un hombre entro la muerte y la muerte paso a todos por cuento todos pecamos? Romanos 5:12
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Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5:12
Cuando Dios creó la Tierra, la creó perfecta. La Biblia dice que “contempló todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera” (Gén. 1:31). No había mancha de pecado ni de maldad en ninguna parte. Pero les dio a Adán y a Eva la misma libertad de elección que le había dado a Lucifer. Él no quería robots en la Tierra, así como tampoco quería robots en el Cielo.
Cuando Eva y luego Adán tomaron la decisión de desobedecer a Dios y así pecar, abrieron una puerta que
Dios quería mantener cerrada para siempre. Era la puerta del pecado; la puerta del sufrimiento, la angustia, la enfermedad y la muerte.
El amor encuentra una manera
Adán y Eva han pecado, y Dios les ha dicho que deben abandonar el Jardín. A partir de ahora, el trabajo doloroso y el sufrimiento serán su destino. ¿Tendrán que sufrir y finalmente morir sin esperanza? ¿Es la muerte el final de todo?
¿Dios desde aquel momento que Eva y Adán pecaron hizo una promesa para ayudarlos y darles esperanza? Lee Genesis 3:15
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Y pondré hostilidad entre tú y la mujer,
y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará la cabeza,
y tú le golpearás[a] el talón. Genesis 3:15
¿Quién tuvo que pagar la ofrenda por nuestros pecados y así poder estar en comunicación con Dios y ser salvos? Lee 2 Corintios 5:21
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Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo. 2 Corintios 5:21
“El Descendiente de ella”, por supuesto, es Jesucristo (Gál. 3:16). En la Cruz, Satanás le hirió el talón. Pero la victoria de Jesús es nuestra garantía de que un día la cabeza de la serpiente será aplastada, y la puerta del sufrimiento y la muerte que Adán y Eva abrieron se cerrará en su momento.
¿Te has preguntado alguna vez si Dios te ama de verdad? Mira la Cruz; mira la corona de espinas; mira los clavos en sus manos y sus pies. Con cada gota de sangre que Jesús derramó en el Calvario, Dios te dice: Te amo.
Nuestro sumo sacerdote
Lo que Jesús hizo por nosotros en la Cruz le permite también interceder por nosotros en el Cielo. Nuestro Señor resucitado es nuestro gran Sumo Sacerdote, que nos brinda todo lo que necesitamos para salvarnos y vivir en el Reino de Dios para siempre.
¿Nuestro sumo sacerdote Jesucristo comprende todas nuestras debilidades porque él las enfrento todas por nosotros? Lee Hebreos 4:15
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Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.
El texto dice que él “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado” (Hebreos 4:15).
¿Podemos acercarnos con toda confianza al trono de Dios por medio de nuestro sumo sacerdote para recibir su perdón y misericordia? Lee Hebreos 4:16
Verdadero
Falso
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Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. Hebreos 4:16
¿Jesús quiere que algún día estemos con él en el cielo y podamos conocerle y ver su gloria? Lee Juan 17:24
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Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me amaste aun antes de que comenzara el mundo. Juan 17:24
Para estudiar y meditar
“Al expulsar a Satanás del Cielo, Dios hizo patente su justicia y mantuvo el honor de su Trono. Pero, cuando el hombre pecó al ceder a los engaños del espíritu apóstata, Dios dio una evidencia de su amor al consentir en que su Hijo unigénito muriese por la raza caída. El carácter de Dios se puso de manifiesto en la Expiación. El poderoso argumento de la Cruz demuestra a todo el universo que el gobierno de Dios no era de ninguna manera responsable del camino de pecado que Lucifer había elegido” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 555).
El grito agonizante del Salvador: ‘Consumado es’, fue el toque de muerte para Satanás. Fue entonces cuando quedó zanjado el gran conflicto que había durado tanto tiempo y asegurada la extirpación final del mal.