Explora el libro de Salmos con la Escuela Sabática
Como hemos visto, la gracia de Dios ofrece el perdón de los pecados y crea un corazón nuevo en el pecador arrepentido, que ahora vive por la fe.
La Palabra de Dios también brinda instrucciones para una vida justa (Sal. 119:9-16). Cumplir la Ley de Dios de ninguna manera es una observancia legalista de normas, sino vivir en una relación íntima con Dios, una vida llena de bendiciones (Sal.119:1, 2; 128).
No obstante, la vida del justo no está exenta de tentaciones. A veces, el justo puede verse tentado por la naturaleza astuta del pecado (Sal.141:2-4) e incluso caer en esa tentación. Dios permite tiempos de prueba para que la fidelidad (o la infidelidad) de sus hijos se revele claramente. Si los hijos de Dios prestan atención a la instrucción y la amonestación de Dios, su fe se purificará y su confianza en el Señor se fortalecerá. La sabiduría para vivir rectamente se adquiere mediante la dinámica de la vida en compañía de Dios en medio de las tentaciones y los desafíos.
En mi corazón he guardado tus dichos
¿Son bienaventurados los que guardan la ley de Jehová y los que le buscan de todo corazón? Lee Salmos 119:1-2
Verdadero
Falso
Leer versículo
1 Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan. Salmos 119:1-2
¿Con qué limpiará el joven su camino? Lee Salmos 119:9
Leer versículo
¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
Una vida dedicada a Dios es también un “camino perfecto”, lo que significa que la persona toma una dirección correcta en la vida, que agrada a
Dios (Sal.101:2, 6; ver también Sal.18:32).
Los mandamientos de Dios son una revelación de la voluntad de Dios para el mundo. Nos instruyen sobre cómo llegar a ser sabios y a vivir en libertad y paz (Sal. 119:7-11, 133).
¿El guardar y ama los mandamientos tienen mucha paz? Lee Salmos 119:165
Leer versículo
Mucha paz tiene los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo. Salmos 119:165
Enséñanos a contar nuestros días
La existencia humana caída no es más que vapor a la luz de la eternidad. Mil años a los ojos de Dios son “como una vigilia de la noche”, que dura tres o cuatro horas (Sal. 90:4). Comparada con el tiempo divino, una vida humana pasa volando (Sal. 90:10). . Incluso las personas seculares,
que no creen en Dios, se lamentan de la brevedad de la vida, especialmente en contraste con la eternidad que saben que los amenaza con continuar sin ellos.
¿Según la biblia cual es el promedio de vida más largo que algunos logran llegar a vivir? Lee Salmos 90:10
Leer versículo
Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos. Salmos 90:10
¿La vida del ser humano en este mundo es larga e ilimitada? Lee Salmos 102:11
Leer versículo
Mis días son como sombra que se va,
Y me he secado como la hierba. Salmos 102:11
¿Quién se acuerda de nuestra condición que somos polvo y se compadece de nosotros? Lee Salmos 103:13-14
Leer versículo
13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo. Salmos 103:13-14
La prueba del Señor
Meriba es el lugar donde Israel puso a prueba a Dios cuando desafió su fidelidad y su poder para satisfacer sus necesidades (Éxodo 17:1-7; Salmos 95:8, 9). Salmo 81 invierte de manera interesante el mismo acontecimiento, interpretándolo como el momento en que Dios puso a prueba a Israel (Salmos 81:7). Y, por su desobediencia y falta de confianza (Salmos 81:11), el pueblo fracasó en la prueba de Dios
¿Junto con la prueba el Señor da la esperanza de ayudarnos en nuestra condición? Lee Salmos 81:7-8
Leer versículo
7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno;
Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah
8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres. Salmos 81:7-8
¿Qué es lo que nos pide Dios y nos aconseja la biblia que no debemos hacer si oímos su voz? Lee Salmos 95:7-8
Leer versículo
7 Porque él es nuestro Dios;
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
Si oyereis hoy su voz,
8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
Como en el día de Masah en el desierto. Salmos 95:7-8
¿A que personaje bíblico se refieren estos versículos bíblicos? Lee Salmos 105:18-19
Leer versículo
18 Afligieron sus pies con grillos;
En cárcel fue puesta su persona.
19 Hasta la hora que se cumplió su palabra,
El dicho de Jehová le probó. Salmos 105:18-19
El objetivo de la disciplina divina es fortalecer a los hijos de Dios y prepararlos para el cumplimiento de la promesa, como muestra el ejemplo de José (Sal.105:20-22).
El engaño del mal camino
¿Porque ora el salmista? Lee Salmos 141:2-4
Leer versículo
2 Suba mi oración delante de ti como el incienso,
El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.
4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,
A hacer obras impías.
Con los que hacen iniquidad;
Y no coma yo de sus deleites. Salmos 141:2-4
¿Es bienaventurado el varón según la biblia el que no anduvo en consejo de malos, ni en camino de pecadores? Lee Salmos 1:1
Leer versículo
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Salmos 1:1
La tentación consiste también en saber si el hijo de Dios cederá al consejo de los justos o se dejará seducir por los manjares de los impíos (Salmos 141:4, 5). El salmista describe su corazón como la principal amenaza, porque allí se libra la verdadera batalla. Únicamente la oración incesante de total confianza y devoción a Dios puede salvar al hijo de Dios de la tentación (Salmos 141:2)
¿Como seres humanos con una inclinación a pecar debemos orar a Dios para que nos ayude a vencer las tentaciones del mal? Lee Salmos 141:4
Verdadero
Falso
Leer versículo
No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,
A hacer obras impías
Con los que hacen iniquidad;
Y no coma yo de sus deleites. Salmos 141:4
Bendiciones de una vida recta
¿Qué bendición registra la biblia para todos aquellos que andan en sus caminos y guarda su ley? Lee Salmos 1:1-3
Leer versículo
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará. Salmos 1:1-3
De las muchas bendiciones prometidas a quienes honran al Señor, la paz es quizás una de las mayores. Salmo 1 describe a los justos mediante el símil de un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da sus frutos a su tiempo y cuya hoja no se marchita.
¿El hombre que teme a Jehová será bendecido junto a su esposa y sus hijos? Lee Salmos 128:1-4
Verdadero
Falso
Leer versículo
1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
Que anda en sus caminos.
2 Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.
3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
4 He aquí que así será bendecido el hombre
Que teme a Jehová. Salmos 128:1-4
¿Qué bendiciones le concede Dios a las personas que le temen y se deleitan en guardar sus mandamientos? Lee Salmos 121:1-3
Leer versículo
1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre. Salmos 121:1-3
Para estudiar y meditar
En estos tiempos modernos, obtener sabiduría parece no ser tan deseable como alcanzar la felicidad. La gente prefiere más ser feliz que sabia. Sin embargo, ¿podemos ser verdaderamente felices y vivir una vida plena sin la sabiduría divina? Los salmos afirman claramente que no. Lo bueno es que no se nos pide que elijamos entre la sabiduría y la felicidad; la sabiduría divina trae la verdadera felicidad.
En la Biblia, ni la sabiduría ni la felicidad son un concepto abstracto, sino una experiencia real. Se encuentran en la relación con Dios, que consiste en reverenciar, alabar, encontrar fortaleza y confiar en Dios. Salmo 25:14 dice que “el Señor da su secreto a quienes lo honran, a ellos les da a conocer su pacto”.