Cómo cantar la canción del Señor en tierra extraña
“¿Cómo habíamos de cantar canción del Señor en tierra extraña?” (Sal. 137:4).
No necesitamos adentrarnos en el libro de Salmos para descubrir que los salmos se expresan en un mundo imperfecto, lleno de pecado, maldad, sufrimiento y muerte. La Creación, estable y dirigida por el Señor soberano y sus leyes justas, se ve constantemente amenazada por el mal. A medida que el pecado corrompe el mundo cada vez más, la Tierra se ha convertido más en una “tierra extraña” para el pueblo de Dios. Esta realidad le plantea un problema al salmista: ¿Cómo vivir una vida de fe en una tierra extraña?
Los días del mal
Lee Salmos 74:18 al 22 ¿Qué está en juego aquí?
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Salmos 74:18 al 22 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.
19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.
20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.
21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.
22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.
Salmos 79:9-10 Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.
Al igual que hoy, el mismo principio existía en aquel entonces. Nuestros pecados, nuestras recaídas, nuestras maldades, pueden desprestigiarnos no solo a nosotros, sino también, lo que es peor, al Dios cuyo nombre profesamos. Nuestras malas acciones erróneas suelen tener efectos espirituales perjudiciales también para nuestro testimonio y nuestra misión. ¿Cuántas personas se han alejado de nuestra fe por las acciones de quienes profesan el nombre de Cristo?
El honor de Dios
El honor de Dios, el honor de Cristo, están comprometidos en la perfección del carácter de su pueblo” (Elena de White, _El Deseado de todas las gentes_, p. 625)
A las puertas de la muerte
¿Los hijos de Dios podemos enfermarnos o estamos exentos de los sufrimientos de este mundo? Leer Salmos 102:3-5
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Salmos 102:3-5 Porque mis días se han consumido como humo,
Y mis huesos cual tizón están quemados.
4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba,
Por lo cual me olvido de comer mi pan.
5 Por la voz de mi gemido
Mis huesos se han pegado a mi carne.
¿Que hermosa promesa encontramos en Salmos 41:3-4?
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Salmos 41:3-4 El Señor los atiende cuando están enfermos
y les devuelve la salud.
4 «Oh Señor, ten misericordia de mí—pedí en oración—,
sáname, porque contra ti he pecado».
Muchos salmos presumen que el Señor ha permitido las dificultades a causa de la desobediencia de Israel. El salmista reconoce que el pecado puede acarrear enfermedad; por eso, se refiere al perdón que precede a la curación (Sal. 41:3, 4). Sin embargo, algunos salmos, como Salmo 88 y 102, reconocen que el sufrimiento inocente del pueblo de Dios es un hecho de la vida, aunque sea difícil de entender.
En Salmos 88:3-12 el salmista expresa dolor y sufrimiento ¿Esto fue razón para dejar de confiar en el amor de Dios?
Verdadero
Falso
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Salmos 88:3-12 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.
4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,
5 Abandonado entre los muertos,
Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro,
De quienes no te acuerdas ya,
Y que fueron arrebatados de tu mano.
6 Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.
7 Sobre mí reposa tu ira,
Y me has afligido con todas tus ondas. Selah
8 Has alejado de mí mis conocidos;
Me has puesto por abominación a ellos;
Encerrado estoy, y no puedo salir.
9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción;
Te he llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido a ti mis manos.
10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah
11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
O tu verdad en el Abadón?
12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
Y tu justicia en la tierra del olvido?
En el umbral de la tumba, el salmista recuerda los prodigios, la bondad, la fidelidad y la justicia de Dios (Sal. 88:10-12). A pesar de sentirse golpeado por Dios, el salmista se aferra a él. Aunque sufre, no niega el amor de Dios y sabe que Dios es su única salvación. Estas apelaciones muestran que el salmista no solo conoce el sufrimiento, sino también tiene un conocimiento íntimo de la gracia de Dios y de que ambas cosas no necesariamente son mutuamente excluyentes.
Importante
En resumen, tanto el hecho de que Dios permita el sufrimiento como su liberación son demostraciones de su soberanía suprema. Saber que Dios tiene el control inspira esperanza. Cuando leemos Salmo 88 a la luz del sufrimiento de Cristo, nos sobrecoge la profundidad de su amor, porque estuvo dispuesto a atravesar las puertas de la muerte por el bien de la humanidad.
¿Podemos tener Sed de Dios en medio de las dificultades de esta vida? Leer salmos 63:1
Verdadero
Falso
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Salmos 63:1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
¿En momentos de aflicción podemos sentir que Dios no escucha nuestro clamor? Leer Salmos 102:1-7
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Salmos 102:1-7 Jehová, escucha mi oración,
Y llegue a ti mi clamor.
2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia;
Inclina a mí tu oído;
Apresúrate a responderme el día que te invocare.
3 Porque mis días se han consumido como humo,
Y mis huesos cual tizón están quemados.
4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba,
Por lo cual me olvido de comer mi pan.
5 Por la voz de mi gemido
Mis huesos se han pegado a mi carne.
6 Soy semejante al pelícano del desierto;
Soy como el búho de las soledades;
7 Velo, y soy
Como el pájaro solitario sobre el tejado.
No solo los sufrimientos personales y comunitarios perturban al salmista, sino también, e incluso más, la aparente falta de atención de Dios a las penurias de sus siervos. La ausencia de Dios se siente como una sed intensa en tierra seca (Sal. 42:1-3; 63:1) y una angustia mortal (Sal. 102:2-4). El salmista se siente alejado de Dios y se compara con aves solitarias: “Soy semejante al pelícano del desierto, como el búho de las soledades. Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado” (Sal. 102:6, 7).
Completa el versículo Salmos 42:1 "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, ________________________________"
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Salmos 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
¿Cómo responde el salmista a la aparente ausencia de Dios? Leer Salmo 10:12
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Salmo 10:12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de los pobres.
Las ocasiones de silencio de Dios hacen que los salmistas se autoexaminen y busquen a Dios, pero con confesión y peticiones humildes. Saben que Dios no callará para siempre. Los salmos demuestran que la comunicación con Dios debe continuar, independientemente de las circunstancias de la vida.
Según Salmos 77:1 ¿En que confía el salmista?
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Salmos 77:1 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchará.
¿Qué hace el salmista en medio del dolor? Leer Salmos 77:10-15
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Salmos 77:10-15 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.
11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.
13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.
15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah
Piensa en momentos pasados en los que el Señor actuó en tu vida. ¿Cómo puede ayudarte esa verdad a afrontar lo que se te presenta ahora?
Prosperidad actual de los impíos
Salmos 37:1-8 Salmo de David (NTV)
1) No te inquietes a causa de los malvados
ni tengas envidia de los que hacen lo malo.
2) Pues como la hierba, pronto se desvanecen;
como las flores de primavera, pronto se marchitan.
3) Confía en el Señor y haz el bien;
entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás.
4) Deléitate en el Señor,
y él te concederá los deseos de tu corazón.
5) Entrega al Señor todo lo que haces;
confía en él, y él te ayudará.
6) Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer,
y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía.
7) Quédate quieto en la presencia del Señor,
y espera con paciencia a que él actúe.
No te inquietes por la gente mala que prospera,
ni te preocupes por sus perversas maquinaciones.
8) Ya no sigas enojado!
¡Deja a un lado tu ira!
No pierdas los estribos,
que eso únicamente causa daño.
¿A qué lucha se enfrenta el salmista? Salmo 37:1
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Salmo 37:1 No te inquietes a causa de los malvados
ni tengas envidia de los que hacen lo malo.
Estos salmos lamentan la prosperidad actual de los impíos y el desafío que este hecho plantea a los justos. Los impíos no solo prosperan, sino a veces además desprecian abiertamente a Dios y oprimen a otros.
Aunque nos encontremos en dificultades y veamos como aparentemente el impío es prosperado ¿ Qué debemos hacer? Leer Salmos 37:3-4
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Salmos 37:3-4 Confía en el Señor y haz el bien;
entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el Señor,
y él te concederá los deseos de tu corazón.
El destino de los malos - Salmos 73:17-20
17) Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.
18) Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.
19) ¡Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.
20) Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.
Salmos 73:27
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
Para estudiar y meditar
Al igual que los salmistas, el pueblo de Dios de todos los tiempos cada tanto se pregunta cómo “cantar la canción del Señor en tierra extraña”. Nuestra fe en el gobierno soberano del Señor se ve desafiada, a veces en extremo, y podemos plantearnos si Dios tiene el control o si realmente es tan poderoso y bueno como dicen las Escrituras.
La fe bíblica implica a menudo tanto incertidumbre y suspenso como confianza y afirmación. A veces, la incertidumbre y el suspenso, especialmente ante el mal y la aparente ausencia de Dios, pueden ser casi insoportables. Con todo, la incertidumbre nunca debe referirse a Dios, a su carácter amoroso y justo ni a su fidelidad. Los salmistas pueden tener dudas sobre el futuro, pero a menudo apelan al amor y la fidelidad inquebrantables de Dios (Sal. 36:5-10; 89:2, 8).
Las ocasiones en que Dios “ha encubierto su rostro” no socavan la eficacia de la oración. Al contrario, estas ocasiones hacen que los salmistas reflexionen, recuerden los pasados actos salvíficos de Dios, y busquen a Dios con confesión y peticiones humildes (Sal. 77:10-12; 89:46-52). “La fe se fortalece al entrar en conflicto con dudas e influencias opositoras. La experiencia obtenida en estas pruebas es de más valor que las joyas más costosas” (Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 609).