“Claman los justos y el Señor los escucha, y los libra de todas sus angustias”
(Sal. 34:17).
Una y otra vez, Salmos pone de relieve la verdad de que el Señor soberano,
quien creó y sostiene el Universo, también se revela como un Dios personal
que inicia y mantiene una relación con su pueblo.
Dios está cerca de su pueblo y de su Creación, tanto en el Cielo como en la
Tierra (Sal. 73:23, 25). Aunque “estableció en el cielo su trono” (Sal.103:19) y “cabalga sobre las nubes” (Sal. 68:4), también “está cerca de todo el que lo invoca,
del que lo invoca de veras” (Sal.145:18)
No fueron encubiertos de ti mis huesos
Lee Salmo 139:1 al 18. ¿Cómo describe poéticamente el poder, la presencia y la bondad de Dios?
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Salmo 139:1 al 18 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,
10 Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo.
Esta maravillosa verdad de que Dios nos conoce íntimamente no debe asustarnos, sino impulsarnos a los brazos de Jesús por lo que él ha logrado por nosotros en la Cruz.
¿Cuan grande son los pensamientos de Dios? Leer Salmos 139:17
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Salmos 139:17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
Complete el siguiente versículo "Salmos 139:1 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis ______________".
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Salmos 139:1 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Para algunos, el hecho de que Dios sepa tanto sobre ellos, incluso sus secretos más oscuros, puede ser un pensamiento bastante aterrador. ¿Por qué entonces el evangelio es nuestra única esperanza?
Lee Salmos 40:1 al 3. ¿Cómo interviene Dios en nuestros asuntos cotidianos?
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Salmos 40:1 al 3 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
El Señor se revela en las Escrituras como el Dios vivo que actúa en favor de quienes lo invocan, Dios escucha nuestras oraciones y actúa con amor en favor de nosotros según su voluntad
Jehová es tu guardador Salmos 121
1- Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2- Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3- No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4- He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5- Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6- El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7- Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
8- Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
¿De donde viene nuestro socorro? Leer Salmos 121:1-2
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Salmos 121:1-2 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
Según Salmos 121: 5 Nuestro guardador y guiador es el presidente de la republica o el líder político
Verdadero
Falso
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Salmos 121: 5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
La imagen del Señor como Guardián de Israel, que no se adormece ni duerme, pone de relieve la constante vigilancia y disposición del Señor para actuar en favor de sus hijos.
La protección de Dios a su pueblo se confirma claramente en Salmo 121:6 al 8. Dios preservará a sus hijos de todo mal. Ni “el sol” ni “la luna” los afectarán. Dios preservará su “salida” y su “entrada”. Estas figuras poéticas subrayan el cuidado integral e incesante de Dios.
¿Tu deseas el cuidado de Dios en tu vida? Leer Salmos 121: 7-8
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Salmos 121: 7-8 Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
Nosotros debemos confiar en el cuidado de nuestro Dios, para aumentar esa confianza en Dios debemos pasar más tiempo junto a El cada día, en lectura de su palabra y oración sincera.
El Señor es un refugio en la adversidad
¿El Señor puede cubrirnos bajo sus alas? Leer Salmo 17:8-9
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Salmo 17:8-9 Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
9 De la vista de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que buscan mi vida.
¿El Señor es nuestro refugio, castillo y roca fuerte en medio de la tempestad? Leer Salmos 31:1-3
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Salmos 31:1-3 En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás;
Líbrame en tu justicia.
2 Inclina a mí tu oído, líbrame pronto;
Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.
3 Porque tú eres mi roca y mi castillo;
Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
El salmista se encuentra con diversos tipos de problemas y, en medio de ellos, se dirige al Señor, que es un refugio en toda adversidad. La confianza es la decisión deliberada de reconocer el señorío de Dios sobre nuestra vida bajo todas las circunstancias. Si la confianza no funciona en medio de la adversidad, entonces no funcionará en ninguna ocasión.
Una de las metáforas más íntimas es la que se refiere a estar “bajo la sombra de tus alas” (Sal. 17:8; 57:1; 63:7). Esta metáfora produce consuelo y seguridad al señalar la protección de un ave madre. Se compara al Señor con un águila que protege a sus crías con sus alas (Éxo. 19:4; Deut. 32:11) y con una gallina que junta a sus polluelos bajo las alas (Mat. 23:37).
Lee 1 Corintios 10:1 al 4. ¿Cómo describe Pablo la historia del Éxodo? ¿Qué lección espiritual busca enseñar con ella?
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1 Corintios 10:1 al 4 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
Por cierto, para muchos de los hijos de Dios de todos los tiempos y los lugares, el camino hacia la Jerusalén celestial está plagado de peligros. Pero nosotros podemos caminar seguro tomado de la mano de nuestro Dios
¿Cuáles son algunos de los peligros espirituales a los que nos enfrentamos como creyentes, y cómo podemos aprender a apoyarnos en el poder del Señor para cuidarnos de no sucumbir a estos peligros, que son tan reales para nosotros ahora como lo fueron para el salmista?
Para estudiar y meditar
Los salmos fortalecen nuestra fe en Dios, quien es el Refugio inagotable para quienes confían su vida en sus poderosas manos. “Dios hará cosas maravillosas por los que confían en él. El motivo por el que los que profesan ser sus hijos no tienen más fuerza consiste en que confían demasiado en su propia sabiduría, y no le dan al Señor ocasión de revelar su poder en favor de ellos. Él ayudará a sus hijos creyentes en toda emergencia, si ponen toda su confianza en él y lo obedecen fielmente” (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 467).
Sin embargo, algunos salmos pueden plantear un serio desafío cuando lo que prometen y nuestra situación actual no coinciden. En momentos así, solo tenemos que aprender a confiar en la bondad de Dios, revelada con mayor fuerza en la Cruz.
Además, a veces, algunos salmos pueden utilizarse para fomentar falsas esperanzas. La respuesta de Jesús al mal uso que Satanás hizo de Salmo 91:11 y 12 demuestra que no debemos confundir confiar en Dios con tentar a Dios (Mat. 4:5-7), ni pedirle presuntuosamente que haga algo que es contrario a su voluntad.
“Las mayores victorias de la iglesia de Cristo o del cristiano no son las que se ganan mediante el talento o la educación, la riqueza o el favor de los hombres. Son las victorias que se alcanzan en la cámara de audiencia con Dios, cuando la fe fervorosa y agonizante se ase del poderoso brazo de la Omnipotencia” (ibíd., pp. 201, 202).