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Ester y Mardoqueo

Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra. Isaías 49:6 Nueva Traducción Viviente




Uno de los relatos más inspiradores de la Biblia, un relato de “ministerio transcultural”, se encuentra en el libro de Ester. Por milenios se ha escrito mucho sobre este libro, y hasta el día de hoy muchos judíos celebran la fiesta de Purim, basada en Ester 9:26 al 31.


Cautivos en una cultura extranjera


Lee Daniel 1:1 al 12; 3:1 al 12; y 6:1 al 9. Aunque cada situación es única, ¿Qué revelan estos relatos acerca de los desafíos que puede enfrentar el pueblo de Dios al vivir en una cultura extranjera?




Sin importar quiénes seamos o dónde vivamos, estamos inmersos en un entorno que, hasta cierto punto, ya sea por las propias leyes o por la cultura, o por ambas cosas, puede suponer un gran desafío para nuestra fe y nuestro testimonio.


Ante un tribunal extranjero


Finalmente, tras la caída de Babilonia y el ascenso de Medopersia, muchos de los judíos regresaron a sus tierras ancestrales. Pero no todos volvieron. Algunos se quedaron donde habían estado viviendo durante una o más generaciones.


Con estos antecedentes en mente, tenemos un fragmento del contexto de la historia de Ester. “En esos días Asuero reinaba desde su trono real que estaba en Susa, la capital” (Est. 1:2). Aquí es donde se desarrolla la narración bíblica, el Imperio Persa, bajo este rey.


Lee Ester 2:1 al 9. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de la situación de Mardoqueo y de Ester?




Lee Ester 2:10 y 20. ¿Qué estaba sucediendo aquí y por qué Mardoqueo le dio esa orden?




El testimonio fiel de Mardoqueo


Al vivir en una tierra extranjera y permanecer fieles a Dios, tarde o temprano Mardoqueo y Ester iban a enfrentar problemas. Sin duda, este fue el caso de Mardoqueo.


Lee Ester 3:1 al 15. ¿Qué sucedió aquí y por qué?




Sin duda, en cierta medida Mardoqueo pudo dar testimonio de su fe; una fe a la que se adhirió con tanta fuerza que puso en peligro a él mismo y, por desgracia, a los demás. “A causa de Daniel y sus compañeros, y de Mardoqueo, brilló una luz resplandeciente en medio de las tinieblas morales de las cortes reales de Babilonia” (Elena de White, Advent Review and Sabbath Herald, 13 de mayo de 1884).


Una receta perfecta para la persecución.


Cuando Amán quiso destruir al pueblo judío, la descripción que dio fue: “Hay cierto pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias del reino, cuyas leyes y costumbres son diferentes de las de todos los demás. ¡No obedecen las leyes del reino, y a Su Majestad no le conviene tolerarlos!” (Est. 3:8, NVI). ¿Un pueblo cuyas costumbres son diferentes y que no obedece las leyes del rey? Una receta perfecta para la persecución.


Para esta hora


Lee Ester 4:1 al 14. ¿Por qué en ese momento se consideró apropiado que Ester se identificara como judía?




La fe de Ester fue puesta a prueba cuando Mardoqueo apeló a su amor por su pueblo. Nadie sabía que era judía, salvo Mardoqueo, y una vez que tomó la decisión de involucrarse, no dudó en arriesgar su vida. Su fe en Dios era fuerte, y sabía que, sin la ayuda de Dios, no podría tener éxito. Su respuesta a Mardoqueo revela su fe: “Ve, reúne a los judíos que se hallan en Susa, ayunen por mí y no coman ni beban durante tres días, ni noche ni día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente. Entonces iré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley. Y si perezco, que perezca” (Est. 4:16).


El milagro de Purim


Lee Ester 9:1 al 12. ¿Cuál fue el resultado del esfuerzo de Ester?




Este es un gran ejemplo de cómo el Señor pudo obrar para llevar a las almas perdidas al conocimiento de él. Los dirigentes del pueblo judío reconocieron la obra de Dios. Cuando los judíos salieron victoriosos en su defensa, declararon una fecha anual (llamada Purim) en conmemoración y celebración de esa victoria. Continúa siendo una tradición dedicar esos días festivos a dar gracias a Dios para recordar su liberación.


Para estudiar y meditar


“A toda casa y toda escuela, a todo padre, maestro y niño sobre los cuales ha brillado la luz del evangelio, se formula en este momento crítico la pregunta que se le hizo a Ester en aquella crisis decisiva de la historia de Israel: ‘¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?’ ” (Elena de White, La educación, p. 263).


“Un estudio de la obra de las mujeres en relación con la causa de Dios en tiempos del Antiguo Testamento nos enseñará lecciones que nos capacitarán para enfrentar las emergencias en nuestros días. Quizá no confrontemos una situación tan crítica ni seamos colocadas en un lugar tan prominente como le ocurrió al pueblo de Dios en los días de Ester. Sin embargo, muchas mujeres convertidas pueden realizar cosas importantes desde posiciones más humildes. Muchas lo han hecho y aún están listas para hacerlo” (Elena de White, Hijas de Dios, p. 44).



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