Misión en favor de los no alcanzados: Segunda Parte
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Mateo 15:28
Desde el principio, un Dios amoroso buscó a sus hijos perdidos (Gén. 3:9); y, hasta hoy, este mismo Dios amoroso sigue tratando de alcanzar a los perdidos (ver Apoc. 14:6-12), incluyendo a los perdidos de las ciudades. En 2018, la ONU publicó sus últimas estadísticas, según las cuales el 55 % de la población del planeta vive en zonas urbanas, y esta cifra aumentará (si el tiempo dura) hasta el 68 % en 2050. No tenemos opción: debemos dar testimonio a los que viven en las ciudades.
Sin embargo, muchos miembros del pueblo de Dios actúan como Jonás cuando son llamados a dar testimonio en una ciudad: por la razón que sea, huyen de la tarea. Cuando estuvo sobre la Tierra, Jesús ministró no solo a los habitantes de las ciudades de Israel, sino también a los de regiones extranjeras; es decir, a los de fuera de la nación judía y del pueblo elegido.
Misión a regiones más alejadas
¿Qué quería probar Dios con las naciones que fueron dejadas para probar a Israel? Lee Jueces 3:1-6
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Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés. Jueces 3:1-6
¿Con qué naciones habitaban los Israelitas? Lee Jueces 3:5
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Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Jueces 3:5
¿Qué hicieron los Israelitas con sus hijas e hijos? Lee Jueces 3:6
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Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. Jueces 3:6
En Jueces 3:1 al 6, vemos que Dios utilizó a estos pueblos antiguos para poner a prueba la fe de los israelitas. Lamentablemente, el pueblo de Dios tampoco pasó esa prueba, al menos en este caso: “Y tomaron de sus hijas por esposas y dieron sus hijas a ellos, y sirvieron a sus dioses” (Jueces 3:6). Así, desde el principio, este pueblo fue un obstáculo para Israel.
En busca de las multitudes
¿Qué hacía Jesús en las ciudades y aldeas que visitaba? Mateo 9:35
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Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mateo 9:35
¿Jesús sintió compasión al ver a las multitudes desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor? Lee Mateo 9:36
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Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:36
¿Qué les dijo Jesús a sus discípulos al ver que las multitudes estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor? Lee Mateo 9:37-38
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Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Mateo 9:37-38
En Tiro y Sidón
¿La mujer que clamaba a Jesús por su hija atormentada por un demonio era de que nacionalidad? Lee Mateo 15:22
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Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Mateo 15:22
¿Qué le recomendaban los discípulos a Jesús? Lee Mateo 15:23
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Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Mateo 15:23
¿Jesús si atendió finalmente a la mujer cananea e hizo conforme a su pedido? Lee Mateo 15:26-28
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Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Mateo 15:26-28
“Cristo no respondió inmediatamente a la petición de la mujer. Recibió a esa representante de una raza despreciada como la habrían recibido los judíos. Con ello, quería que sus discípulos notasen la manera fría y despiadada con que los judíos tratarían un caso tal, evidenciado en su recepción de la mujer, y la manera compasiva con que quería que ellos tratasen una angustia tal, según lo manifestó en la subsiguiente concesión de lo pedido por ella” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 366).
"Despídela"
¿Qué cosas vio en la visión Pedro y que orden se le dio? Lee Hechos 10:10-13
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Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Hechos 10:10-13
¿Pedro obedeció a la voz y comió de los animales que había en la visión? Lee Hechos 10:14
Verdadero
Falso
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Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Hechos 10:14
¿Finalmente cuál era el significado y propósito la visión que tuvo Pedro de los animales inmundos? Lee Hechos 10:28
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Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo. Hechos 10:28
Mientras esperaba el almuerzo, Pedro tuvo una visión de un bufet en la azotea, con un mantel lleno de animales y aves inmundos. Tres veces se le indicó en esta visión que se levantara y comiera. Dios utilizó estas visiones para confrontar el orgullo religioso de Pedro y su intolerancia hacia los gentiles. Finalmente, Pedro comprendió esta verdad: “Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: ‘En verdad veo que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que es fiel y obra rectamente, de cualquier nación que sea’” (Hechos 10:34, 35).
¿Fe en la tierra?
¿Por qué hecho se maravilló Jesús del centurión de Capernaúm? Lee Mateo 8:10
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Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Mateo 8:10
¿Jesús le hizo el milagro al centurión? Lee Mateo 8:13
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Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. Mateo 8:13
¿Jesús pregunto que al final de los tiempos se hallara fe en él en la tierra? Lee Lucas 18:7-8
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¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:7-8
En Lucas 18:8, Jesús plantea esta pregunta al final de una de sus parábolas: “Cuando el Hijo del hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?” Como discípulos actuales de Cristo, necesitamos vislumbrar lo que Jesús está buscando. En esta historia, podemos ver que Jesús busca la fe que brilla incluso en medio de la oscuridad.
Para estudiar y meditar
“Entre quienes los judíos llamaban gentiles había hombres que entendían mejor que los maestros de Israel las profecías bíblicas concernientes a la venida del Mesías. Algunos lo esperaban como libertador del pecado. Los filósofos se esforzaban por estudiar el misterio del sistema orgánico hebreo. Pero la intolerancia de los judíos estorbaba la difusión de la luz” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 25)-
El Señor Jesús, el poderoso Salvador, ha muerto por estas almas. Él puede despertarlas de la indiferencia, puede despertar simpatía, puede enternecer el corazón, puede revelarle al alma la belleza y el poder de la verdad. Dios tiene joyas en todas las iglesias, y no nos corresponde a nosotros hacer una denuncia radical del mundo religioso profeso sino, con humildad y amor, presentar a todos la verdad tal como es en Jesús.