Señor y Dios, digno eres de recibir gloria, honra y poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad fueron creadas y existen. Apocalipsis 4:11
Lee Apocalipsis 1:9. Ver también Mateo 13:21; Hechos 14:22;. ¿Cuál es el mensaje aquí para todos los que procuran seguir a Jesús en este mundo?
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Apocalipsis 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Mateo 13:21 "pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza." Hechos 14:22 "confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios"
Fuimos creados como seres de adoración. Cada uno de nosotros adora algo o a alguien. La verdadera adoración, la adoración al Creador, nos permite descubrir el verdadero propósito de la vida. Nos da una razón para vivir. Nos da no solo algo por lo que morir sino, más aún, algo por lo que vivir y, si es necesario, soportar tribulaciones. Y de hecho, a medida que surjan las crisis finales, comprenderemos mejor estas palabras: “ ‘Es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios’ ” (Hech. 14:22).
Adora al Creador🌎
Lee Apocalipsis 14:7. ¿Cómo concluye el mensaje del primer ángel? ¿Qué apelación final hace este mensaje referente a la hora del Juicio?
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Apocalipsis 14:7 Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Apocalipsis 14:7 termina con una claro llamado a adorar al Creador; este llamado es especialmente importante ahora, cuando la mayoría del mundo científico, y hasta del mundo cristiano, acepta la Evolución, una enseñanza que golpea directamente al corazón de todas los presupuestos bíblicos y cristianos.
Un Dios que está cercano🙏
El Dios de la Creación 🌎, que formó el Sol, la Luna y las estrellas, cuyo impresionante poder creó este planeta y lo llenó de seres vivos, es también un Dios que está interesado en cada uno de nosotros.
Lee 2 Corintios 5:17; Salmo 139:15 al 18; Hechos 17:27; y Colosenses 1:17. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de la cercanía de Dios?
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2 Corintios 5:17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." Salmo 139:15 al 18 "No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo." Hechos 17:27 "Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros" Colosenses 1:17 " Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten"
Lo mejor sobre nuestro Dios es que su grandeza y su poder son tan vastos que traspasan el Cosmos y llegan a cada una de nuestras vidas. Él promete volver a crearnos, moldearnos, transformarnos a semejanza de su imagen. Piensa por un momento en lo que esto significa. El Dios que creó miles de millones de galaxias y las sostiene es el mismo Dios en quien “vivimos, y nos movemos, y existimos” (Hech. 17:28), y además obra en nuestro corazón para darnos un corazón nuevo, para limpiarnos del pecado y hacernos nuevas criaturas en Cristo. Qué pensamiento tan reconfortante es comprobar que nuestro Dios, un Dios con semejante poder, nos ama y nos cuida.
Lee Apocalipsis 4:11; y Romanos 5:17 al 19. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca de Jesús como Creador y Redentor?
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Apocalipsis 4:11 "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas." Romanos 5:17 al 19 "Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos."
El Creador en la cruz
Por más que nos maravillemos y adoremos al Señor como nuestro Creador, hay algo más. Como ya hemos visto, pero vale la pena repasar, debemos considerar que nuestro Creador es también nuestro Redentor. El Dios que nos creó es el mismo Dios que nos redimió.
Lee Juan 19:16 al 30, el relato de Juan sobre Jesús en la cruz. Mientras lo lees, piensa en los pasajes bíblicos que hemos visto acerca de Jesús como Creador, como aquel por quien “fueron creadas todas las cosas, las que están en los Cielos y las que están en la Tierra, visibles e invisibles; sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él” (Col. 1:16). ¿Cómo debemos responder a esta asombrosa expresión del amor de Dios?
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Juan 19:16 al 30 "Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. 17 Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; 18 y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21 Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22 Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24 Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice:
Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Y así lo hicieron los soldados. 25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu."
El mensaje del primer ángel, que exhorta a adorar al Creador, llegó después de la Cruz, después de que el Universo expectante y los seguidores de Cristo supieran que aquel que “hizo el cielo y la Tierra, el mar y las fuentes de las aguas” es el mismo que, aunque era Dios, “tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. Y quien, al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:7, 8).
¿Qué debemos hacer nosotros?
En cuanto a nosotros, redimidos por su sangre, ¿Qué más podemos hacer, sino adorar a nuestro Creador y Redentor?
¿Decides hoy adorar a Dios con tu corazón?
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Filipenses 2:7-8 Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Para meditar:
[…] Aquel que nos creó nos invita a entregar nuestra vida en el acto de adoración para volver a recibirla enriquecida de él, para usarla en beneficio de los demás. La adoración tiene que ver con la naturaleza misma de nuestra existencia, con su propósito y con la necesidad de tener un centro externo a nosotros mismos que nos libere del egoísmo. No adorar a Dios es perder nuestra razón de existir; es existir en un estado de desorientación y, por lo tanto, estar muriendo; es dirigirnos hacia la extinción total porque estamos desconectados de la Fuente misma de la vida” (Á. M. Rodríguez, “The Closing of the Cosmic Conflict: Role of the Three Angels’ Messages”, p. 42).