Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15
La codicia se define como un deseo desmesurado de riquezas o posesiones
que en realidad no nos pertenecen. La codicia es un gran problema, tanto
que, por cierto, está al mismo nivel que no mentir, no robar, no asesinar; es
tan dañina que Dios decidió advertir sobre ella en su gran Ley Moral. “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo,
ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” (Éxo. 20:17).
¿El pecado original definitivo?
¿Qué codicio Satanás de Dios su creador? Isaías 14:12-14
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¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Isaías 14:12-14
Descontento con su posición, y a pesar de ser el ángel que recibía más
honores entre las huestes celestiales, se aventuró a codiciar el homenaje que
solo debe darse al Creador. En vez de procurar el ensalzamiento de Dios como
supremo en el afecto y la lealtad de todos los seres creados, trató de obtener
para sí mismo el servicio y la lealtad de ellos.
¿Según efesios 5:5 los avaros tendrán herencia en el reino de Cristo y de Dios? Lee Efesios 5:5
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Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Efesios 5:5
¿Qué comportamientos debemos hacer morir en nuestras vidas y por qué? Lee Colosenses 3:5
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Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Colosenses 3:5
Es fascinante notar que dos veces Pablo compara la codicia con la idolatría.
La gente practica la idolatría cuando adora, es decir, dedica su vida a algo que no
es Dios, algo creado en vez de al Creador (Rom. 1:25). Codiciar, entonces, ¿podría
ser desear algo que no deberíamos tener, y desearlo tanto que nuestro deseo
por ello (antes que por el Señor) se convierta en el centro de nuestro corazón?
Un anatema en el campamento.
¿Qué había sucedido que hicieron los hijos de Israel que la ira de Jehová se encendió contra el pueblo? Lee Josué 7:1
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Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. Josué 7:1
¿El anatema confeso su pecado? Lee Josué 7:20-21
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Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello. Josué 7:20-21
¿Cuáles fueron las graves consecuencias y juicios de Dios sobre Acán y su familia? Lee Josué 7:25-26
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Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos. Y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. Y Jehová se volvió del ardor de su ira. Y por esto aquel lugar se llama el Valle de Acor,[a] hasta hoy.
Piensa en la facilidad con la que Acán podría haber justificado sus acciones: “Bueno, es una cantidad tan pequeña en comparación con todo el resto del botín. Nadie
lo sabrá, y ¿qué mal puede causar? Además, mi familia necesita el dinero”. ¿Cómo
podemos protegernos de este tipo de racionalización peligrosa?
El corazón de Judas
Una de las historias más trágicas de la Biblia es la de Judas Iscariote. Este
hombre tuvo un privilegio que solo han tenido otras once personas en toda
la historia del mundo: haber estado con Jesús en persona todo ese tiempo y
haber aprendido las verdades eternas directamente del Maestro. Qué triste es
que muchos que nunca tuvieron nada ni remotamente parecido a las oportunidades que tuvo Judas se salvarán, mientras que ahora sabemos de Judas que
está destinado a la destrucción eterna.
¿Qué pecado cometía Judas? Lee Juan 12:6
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Pero dijo esto, no porque se cuidará de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. Juan 12:6
¿A cambio de que cosa o beneficio Judas quería entregar a Jesús? Lee Mateo 26:14-16
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Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. Mateo 26:14-16
¿Qué le pasó a Judas? Después de tener tantas oportunidades maravillosas,
tantos privilegios excepcionales, ¿por qué haría algo tan malo? Según Elena de
White, Judas “amó al gran Maestro y deseó estar con él. Sintió un deseo de ser
transformado en su carácter y su vida, y quiso experimentarlo relacionándose
con Jesús. El Salvador no rechazó a Judas. Le dio un lugar entre los Doce. Le confió
realizar la obra de un evangelista. Lo dotó de poder para sanar a los enfermos y
expulsar a los demonios. Pero Judas no llegó al punto de entregarse por entero
a Cristo” (DTG 664)
Ananías y Safira
¿Qué hicieron Ananías y Safira? Lee Hechos 5:1-2
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Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Hechos 5:1-2
¿Qué le dijo Pedro a Ananías sobre lo que hizo y sobre a quién realmente había mentido? Lee Hechos 5:3-4
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Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Hechos 5:3-4
¿Qué sucedió con Ananías después de mentirle a Dios? Lee Hechos 5:5-6
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Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Hechos 5:5-6
Al principio, parecían sinceros en su deseo de dar para la obra. Sin embargo,
“más tarde, Ananías y Safira agraviaron al Espíritu Santo cediendo a sentimientos de codicia. Empezaron a lamentar su promesa, y pronto perdieron
la dulce influencia de la bendición que había encendido sus corazones con el
deseo de hacer grandes cosas en favor de la causa de Cristo” (HAp 60). En otras
palabras, aunque habían comenzado con la mejor de las motivaciones, su codicia finalmente hizo que mostraran una fachada y pretendieran ser lo que en
realidad no eran.
Cómo vencer la codicia
La codicia es un problema del corazón, y al igual que el orgullo y el egoísmo,
a menudo pasa desapercibida; por eso puede ser tan mortal y engañosa. Ya es
bastante difícil vencer los pecados que son obvios: la mentira, el adulterio, el
robo, la idolatría, la transgresión del sábado.
Sopa de Letras
Busca las siguientes palabras del texto anterior sobre los pecados ocultos o internos: Codicia - Orgullo - Egoísmo.
¿Qué promesa nos hace Dios en su palabra sobre las tentaciones que enfrentamos? Lee 1 Corintios 10:13
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No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13
Entonces, ¿cómo, con el poder de Dios, podemos estar protegidos contra este
pecado peligrosamente engañoso?
1. Tomar la decisión de servir a Dios y depender de él, y de ser parte de su
familia. “Elijan hoy a quién servir [...]; que yo y mi casa serviremos al
Señor” (Jos. 24:15).
2. Orar diariamente e incluir Mateo 6:13: “No nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por
todos los siglos”. Cuando sientas codicia por algo que sabes que no deberías tener, ora por ello, reclamando las promesas de la Biblia para obtener
la victoria, como 1 Corintios 10:13.
3. Estudiar la Biblia en forma regular. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal. 119:11).
Para estudiar y meditar
En la conquista de Jericó, Acán no fue el único que llevó plata y oro al campamento de Israel. Josué les había dicho que llevaran la plata y el oro y los
utensilios de bronce y hierro al tesoro de la casa de Dios (Jos. 6:19, 24). Todo
lo demás debía quemarse. Sin embargo, Acán fue el único que se quedó con
algo. “Entre los millones de Israel, solo hubo un hombre que, en aquella hora
solemne de triunfo y castigo, osó violar el mandamiento de Dios. La vista de
aquel costoso manto babilónico despertó la codicia de Acán; y aun cuando esa
prenda lo había puesto cara a cara con la muerte, lo llamó ‘un manto babilónico
muy bueno’. Un pecado lo había llevado a cometer otro, y se adueñó del oro y la
plata dedicados al tesoro del Señor; le robó a Dios parte de las primicias de la
tierra de Canaán” (PP 529, 530).
“En los últimos días, habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y
por su dinero [codicia]” (2 Tim. 3:1, 2, NTV). El egoísmo y el amor al dinero son
descripciones significativas de la humanidad en los últimos días, nuestros días.
** Algunos texto fueron extraídos de: Guía de Estudio de la Biblia (Lecciones de la Escuela Sabática) Edición para Adultos Enero a Marzo de 2023.