"¡Miren que gran amor nos ha prodigado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios!" (Juan 3:1)
Como cristianos, una característica asombrosa de nuestra relación con Dios es que él confía en nosotros para administrar sus asuntos en la Tierra.
Él también nos bendice con recursos, pero a nosotros nos encomendó administrarlos. Por ejemplo, recaudar fondos, emitir cheques, hacer transferencias electrónicas, confeccionar presupuestos o llevar nuestros diezmos y ofrendas a la iglesia los sábados de mañana... Dios nos anima a emplear los recursos que nos ha dado para nuestras necesidades, para las necesidades de los demás y para
el avance de su obra.
Dios nos confió a nosotros la crianza de sus hijos, la construcción de sus edificios y la educación de las generaciones venideras.
Somos parte de la familia de Dios
¿Cuál es el requisito para que se nos llame hijos de Dios? Lee Gálatas 3:26
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Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Gálatas 3:26
¿Como podemos revestirnos de Cristo, por medio de que acción nos unimos como familia a Cristo? Lee Gálatas 3:27-28
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Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:27-28
¿Como considero Jesús a los discípulos y como también nos considera a nosotros cuando le aceptamos a él y nos convertimos en hijos de Dios? Lee Juan 20:17
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Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; más ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Juan 20:17
Como tenemos el mismo Padre que Jesús, él es nuestro Hermano, y todos somos hermanos en el Señor. Jesús se hizo miembro de la familia terrenal para que nosotros pudiéramos llegar a ser miembros de la familia celestial. “La familia del Cielo y la familia de la Tierra son una” (DTG 775).
Dios es el dueño de todo
¿A quién le pertenecen todas las cosas que existen y hay en este mundo? Lee Salmos 29:11
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Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Salmos 29:11
¿Según la biblia a quién le pertenece el oro y la plata de este mundo? Lee Hageo 2:8
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Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. Hageo 2:8
¿De dónde obtenemos los recursos para darle a Dios sus diezmos y ofrendas voluntarias según las escrituras? Lee 1 Crónicas 29:14
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Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. 1 crónicas 29:14
Si no fuera por Dios y su gracia, no tendríamos nada, no seríamos nada; por cierto, ni siquiera existiríamos. Por lo tanto, siempre debemos vivir reconociendo que, en última instancia, Dios es
el dueño de todo lo que existe, y al alabarlo y agradecerle por su bondad hacia nosotros, podemos recordar esta importante verdad.
Recursos disponibles para la familia de Dios
El regalo más grande de Dios para sus hijos es Jesucristo, quien nos trae la paz del perdón, la gracia para el diario vivir y el crecimiento espiritual, y la esperanza de la vida eterna.
Y no obstante, junto con la salvación, Dios nos da mucho más. A los que estaban preocupados por la comida y la ropa, Jesús les ofreció consuelo: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mat. 6:33).
¿Qué promesa nos hace Dios en Filipenses 4:19? Lee Filipenses 4:19
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Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
El salmo 23:1 dice que si: "Jehová es mi pastor nada me faltara" Lee Salmos 23:1
Verdadero
Falso
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Jehová es mi pastor; nada me faltará. Salmos 23:1
¿Qué dijo David con respecto a los hijos de Dios y su sustento? Lee Salmos 37:25
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Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
Responsabilidades de los miembros de la familia de Dios
Todos disfrutamos de las bendiciones y los dones espirituales y temporales que Dios nos da. Qué reconfortante es saber también que somos “parte de la familia”.
¿Cuál debería ser nuestra respuesta o actitud al saber que Dios nos da todo y nos bendice siempre? Lee Deuteronomio 6:5
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Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5
¿Como nos pide Dios que debemos reflejar el amor que le tenemos en nuestras vidas? Lee Deuteronomio 10:12-13
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Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? Deuteronomio 10:12-13
¿Qué acción nos motiva el hecho de amar a Dios? Lee 1 Juan 5:3
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Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 1 Juan 5:3
¿Guardar la Ley? ¿Obedecer los mandamientos? Para muchos cristianos, lamentablemente, la idea de obedecer la Ley (especialmente el cuarto Mandamiento) es legalismo, y sostienen que simplemente somos llamados a amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. Sin embargo, Dios es claro: revelamos nuestro amor a Dios y al prójimo cuando obedecemos sus mandamientos.
Tesoros en el cielo
¿Qué advertencia nos da Jesús sobre el afán de hacer tesoros en este mundo? Lee Mateo 6:19-21
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No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos, tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
¿Quién no ha leído una historia tras otra de gente que acumuló una gran
riqueza y por algún motivo la perdió? Nuestro mundo es un lugar muy inestable:
guerras, crímenes, violencia, desastres naturales; en cualquier momento puede
pasar algo y arrebatarnos todo lo que hemos conseguido trabajando, aunque lo
hayamos ganado en forma honesta y leal. Así también, en un momento llega la
muerte, y por ende estas cosas se vuelven inútiles para nosotros.
Por supuesto, las Escrituras nunca nos dicen que está mal ser rico ni amasar
riquezas; en estos versículos Jesús nos advierte que mantengamos todo en
perspectiva.
Sin embargo, ¿qué significa hacer tesoros en el Cielo? Significa poner a Dios y
su causa (no el hacer dinero) en primer lugar en nuestra vida. Entre otras cosas,
significa usar lo que tenemos para la obra de Dios, para el avance de su Reino,
para trabajar en favor de los demás y para ser una bendición para los demás.
¿El tesoro que hacemos en el cielo se puede dañar con la polilla y el óxido, y los ladrones lo pueden robar o hurtar? Lee Mateo 6:20
Verdadero
Falso
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Sino haceos, tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Mateo 6:20
“El dinero tiene gran valor porque puede hacer mucho bien. En manos de
los hijos de Dios es alimento para el hambriento, bebida para el sediento y ropa
para el desnudo. Es una defensa para el oprimido y un medio para ayudar al
enfermo. Pero el dinero no es de más valor que la arena a menos que sea usado
para satisfacer las necesidades de la vida, bendecir a otros y hacer progresar la
causa de Cristo” (PVGM 286).
Para estudiar y meditar
“Si has renunciado al yo y te has entregado a Cristo, eres miembro de la
familia de Dios, y todo cuanto hay en la casa del Padre es tuyo. Se te ofrecen
todos los tesoros de Dios, tanto en el mundo actual como en el venidero. El
ministerio de los ángeles, el don de su Espíritu, las labores de los siervos; todo
es para ti. El mundo, con cuanto contiene, es tuyo en la medida en que pueda
beneficiarte” (DMJ 103).
Desde las galaxias del cosmos, pasando por las fuerzas que mantienen unidas
las estructuras atómicas que componen toda la materia conocida, hasta
el latido de nuestro corazón, es solo el poder sustentador de Dios el que
mantiene todo esto en existencia. ¿Cómo debería ayudarnos esta verdad
bíblica a comprender cuáles son nuestras obligaciones hacia Dios, en
términos de cómo usamos lo que él nos ha dado? ¿Cómo nos ayuda esta
realidad a mantener nuestra vida, y el propósito de nuestra vida, en la
perspectiva adecuada?
** Algunos texto fueron extraídos de: Guía de Estudio de la Biblia (Lecciones de la Escuela Sabática) Edición para Adultos Enero a Marzo de 2023.