Mateo 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
El afán y la ansiedad - Mateo 6:25-33
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Considere:
a) Mantener las cosas en perspectiva. Una agenda frenética puede hacer que usted pierda de vista
lo que es realmente importante.
b) Si Dios tiene el poder y la disposición de cuidar de las aves y flores, ¿no proveerá alimento y ropa
para sus hijos?
c) Examinar los problemas a fin de encontrar posibles soluciones puede ser productivo, pero preocuparse simplemente por la preocupación no solo no resuelve la cuestión, como también magnifica el lado negativo de las cosas.
d) Ordene sus prioridades, pues usted puede enfrentarse con el torbellino del materialismo o de
otras cosas que distraen de lo que realmente importa en la vida
¿Somos valiosos para Dios? Leer Mateo 6:25-33
Verdadero
Falso
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Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
¿Debo vivir pensando en mi futuro, en metas futuras, problemas futuros? Leer Mateo 6:34
Leer versículo
Mateo 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Jesús no está pidiendo que ignoremos la planificación o que seamos imprudentes, sino que no
nos preocupemos por lo que puede suceder y que no usemos los típicos pensamientos: “Y sí…”, “¿Y
si me enfermo…?”, “¿Y si pierdo mi empleo?”, “¿Y si sufro un accidente?” “¿Y si mi hijo se muere?”.
Los ansiosos se concentran 50% en eventos que nunca ocurrirán; 25% en sucesos del pasado que
no pueden cambiar; 10% en críticas no confirmadas de otros; 10% en la salud (la mayor parte, solo
aprehensión); 5% en problemas reales que tendrá que enfrentar.
¿Qué experiencia vivió Pablo en medio de las dificultades? leer Filipenses 4:11, 12
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Filipenses 4:11, 12 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
El contentamiento es una de las claves para vivir un día a la vez y un antídoto contra la preocupación. No es una actitud heredada, sino una característica adquirida y desarrollada.
Considere todo lo que la preocupa
Considere todo lo que la preocupa y arrodíllese y ore para pedirle a Dios que cuide de todas sus
preocupaciones. ¿Cuáles son las preocupaciones en las que usted puede tener parte en la resolución?
¿Cuáles son las cosas que están absolutamente fuera de su control? Haga lo posible para resolver lo
que está a su alcance, y entonces pida al Señor que le ayude a aprender a confiar en Él.
Piense en todo lo que la preocupaba y que nunca sucedió. ¿Qué Lecciónes puede aprender usted
de esas experiencias y que deberían idealmente ayudarla a preocuparse menos con el futuro?