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Cónyuges: Juntos en la cruz

“Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla y limpiarla en el lavado del agua, por la palabra, para presentarla para sí una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante; antes, que sea santa e inmaculada” (Efe. 5:25-27).




En Efesios 5:21 al 33, Pablo se basa en la idea de la sumisión mutua de los creyentes (Efe. 5:21); luego ofrece consejo a las esposas cristianas (Efe. 5:22-24) y a los esposos (Efe. 5:25-32); y concluye con un extracto de la enseñanza para ambos cónyuges (Efe. 5:33).


En estos consejos, los estudiosos de la Biblia en la actualidad pueden oír al Cristo resucitado hablando de nuestras relaciones. Estamos en condiciones de oír cuando entendemos Efesios 5:21 a 6:9 como la forma en que Pablo actualiza la gran temática de la carta, la unidad, pero ahora para el hogar cristiano. Si bien hace una fuerte crítica de las estructuras sociales defectuosas de la vieja humanidad (ver Efe. 4:22), también celebra la creación de una nueva humanidad (ver Efe. 2:15), inserta en la humanidad en general con sus fallas sociales.


Consejos para esposas cristianas


La biblia enseña a los cristianos a estar sometidos unos a otros. ¿Esto incluye a mujer y hombre? Lee Efesios 5:21


¿Las esposas cristianas deben sujetarse a sus esposos como al Señor Jesucristo? Lee Efesios 5:22


Verdadero Verdadero

Falso Falso


¿Por qué la esposa cristiana debe sujetarse a su esposo como si fuera Cristo? Lee Efesios 5:23




Pablo también invita a las esposas cristianas a someterse a “sus maridos como al Señor” (Efe. 5:22), y aclara que está analizando la sumisión de las esposas a sus respectivos maridos (ver también 1 Ped. 3:1, 5). Cuando Pablo dice que las esposas deben hacer esto “como al Señor”, ¿quiere decir que una esposa debe someterse a su esposo como si este fuera Cristo; o quiere decir que Cristo es el énfasis más verdadero y elevado de su sumisión? La respuesta es que Cristo es el énfasis verdadero de su sumisión, estas mismas esposas son creyentes que, en última instancia, deben honrar a Cristo por sobre sus maridos.


Si el marido “es tosco, rudo, turbulento, egotista, duro e intolerante, no diga nunca que el marido es cabeza de la esposa y que ella debe sometérsele en todo; porque él no es el Señor, no es el marido en el verdadero significado del término” (El hogar cristiano, p. 96). El versículo de Efesios 5:22 no debe interpretarse para apoyar ninguna forma de abuso doméstico.


La iglesia como esposa de Cristo: Primera Parte.


¿Cómo debe amar el esposo cristiano a su esposa? Lee Efesios 5:25




¿Cristo ama tanto la iglesia que la santifica y purifica? Lee Efesios 5:26


¿Cristo santifica y purifica a la iglesia con que finalidad? Efesios 5:27




La iglesia como esposa de Cristo: Segunda parte.


¿A cuál esposa se refiere este versículo bíblico? Lee 2 Corintios 11:2




¿Cuál es el temor que se expresa en estos versículos en cuanto a la iglesia? Lee 2 Corintios 11:3




¿Con qué mensaje podemos ser engañados y extraviados de la verdad? Lee 2 Corintios 11:4




Ama a tu esposa como a ti mismo


¿Como deben amar los esposos cristianos a sus esposas y por qué? Lee Efesios 5:28




¿Quién se ama a si mismo se aborrece, maltrata y destruye? Lee Efesios 5:29


¿El esposo cristiano debe considerar a su esposa como a su misma carne y cuerpo? Lee Efesios 5:30


Verdadero Verdadero

Falso Falso


En Efesios 5:28 al 30, Pablo agrega un nuevo fundamento del amor de los esposos cristianos por sus esposas: el amor a sí mismos. Pablo ofrece una perogrullada: “Nadie odió jamás a su propia carne” (al menos, nadie que pensara con claridad). El marido no se daña a sí mismo ni se golpea el cuerpo; al contrario, “lo alimenta y lo cuida” (Efe. 5:29). En un intento por eliminar la aspereza y la violencia contra la esposa cristiana, Pablo invita al esposo cristiano a identificarse con su esposa. Eres tan uno con tu esposa, argumenta Pablo, que dañarla es lo mismo que lesionarte a ti mismo, y la mayoría que esté en sus cabales no hace eso.


Volviendo al ejemplo de Jesús, Pablo argumenta que Cristo mismo ejerce un tierno cuidado de sí mismo al cuidar a los creyentes, que son “su cuerpo” (Efe. 5:29, 30). Compórtate con tu esposa, dice Pablo, de la misma forma en que te tratas a ti mismo y, en última instancia, en la forma en que Cristo te trata a ti.


El modelo matrimonial de "Una sola carne?


¿Fue Dios quien pensó que no era bueno que el hombre estuviera solo y le hizo una ayuda idónea para él? Lee Genesis 2:18


¿Cómo creo Dios a la mujer quien se convertiría en la ayuda idónea para el hombre? Lee Génesis 2:2-22




¿Qué dijo Dios sobre el vínculo entre el hombre y la mujer? Lee Génesis 2:24




Por diseño divino, el matrimonio está destinado a ser una relación de “una sola carne”, donde la unidad emocional y espiritual se refleja en la unidad sexual, y es lo que le da sentido a la relación sexual.


El matrimonio cristiano se eleva al compararlo con la relación entre Cristo y la iglesia. Además, al pensar en la relación de la iglesia con Cristo a través de la lente de un matrimonio cristiano afectuoso, los creyentes adquieren mayor claridad acerca de su relación compartida con Cristo.


Para estudiar y meditar


Elena de White insta constantemente a los cónyuges a abandonar sus esfuerzos por controlar al otro: “Ni el marido ni la mujer deben pensar en ejercer gobierno arbitrario uno sobre otro. No intenten imponer sus deseos uno a otro. No pueden hacer esto y conservar el amor mutuo. Sean bondadosos, pacientes, indulgentes, considerados y corteses” (El hogar cristiano, p. 97).


Ella comenta directamente sobre la interpretación y la aplicación de Colosenses 3:18 (y Efe. 5:22-24): “A menudo se pregunta: ‘¿Debe una esposa no tener voluntad propia?’ La Biblia dice claramente que el esposo es el jefe de la familia. ‘Casadas, estad sujetas a vuestros maridos’. Si la orden terminase así, podríamos decir que nada de envidiable tiene la posición de la esposa [...]. Muchos maridos no leen más allá de ‘estad sujetas’, pero debemos leer la conclusión de la orden, que es: ‘Como conviene en el Señor’ [Col. 3:18]. Dios requiere que la esposa recuerde siempre el temor y la gloria de Dios. La sumisión completa que debe hacer es al Señor Jesucristo, quien la compró como hija suya con el precio infinito de su vida. [...] Uno hay que supera al marido para la esposa; es su Redentor, y la sumisión que debe rendir a su esposo debe ser, según Dios lo indicó, ‘como conviene en el Señor’ ” (El hogar cristiano, pp. 95, 96).



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