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⚠️Un momento del Destino🌎

Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Apocalipsis 14:14-15




Dios siempre habló a su pueblo y le presentó las verdades pertinentes que necesitaba oír en ese momento. Desde la advertencia sobre el diluvio (Gén. 6:7) hasta la primera venida de Jesús (Dan. 9:24-27), pasando por el Juicio Preadvenimiento (Dan. 7:9, 10; 8:14) y los acontecimientos finales antes de la segunda venida de Cristo (Apoc. 12-14), Dios nos ha hablado. En estos últimos días de la historia de la humanidad, ha enviado un mensaje especial al mundo y a su pueblo, destinado a satisfacer la necesidad del momento. Lo representa mediante tres ángeles que vuelan por en medio del cielo llevando este mensaje urgente del tiempo del fin a todo el mundo.


Decisiones eternas


Apocalipsis 14 es el mensaje final de misericordia de Jesús a un mundo caído y rebelde, que por casi seis mil años ha estado impregnado de pecado y maldad. Llegará el día en que cada ser humano del planeta Tierra tomará su decisión final e irrevocable, ya sea a favor o en contra de Jesús. El mensaje del Apocalipsis, acerca de la justicia de Cristo, que nos libra de la condenación del pecado así como del control del pecado en nuestra vida, resonará una y otra vez por toda la Tierra.


¿Qué promesa hizo Jesús a sus discípulos con respecto a la difusión mundial del evangelio justo antes de su venida? Lee Mateo 24:14




¿A quiénes se les predicara el evangelio eterno? Lee Apocalipsis 14:6




¿Dios nos advierte que al final de los tiempos debemos seguir santificándonos para el Señor? Lee Apocalipsis 22:11


La venida del hijo del hombre


¿Según el texto bíblico quien vendrá sentado en una nube blanca? Lee Apocalipsis 14:14




Jesús usó el término “Hijo del hombre” para referirse a sí mismo 82 veces en los evangelios. Era uno de sus títulos favoritos. Lo usó como una expresión de cariño para identificarse con nosotros. Él es un Salvador que nos entiende, padeció nuestras tentaciones y pasó por nuestras pruebas. Él es el “Hijo del hombre”, que regresará para llevarnos a casa.


¿Cómo vendrá el hijo del hombre Jesucristo y que nos dará? Lee Mateo 16:27




¿Es verdad que cuando el hijo del hombre regrese a la tierra apartara a los justos de los injustos, esto se conoce como el juicio final? Mateo 25:31-32


Verdadero Verdadero

Falso Falso


El juicio celestial


Hechos 1:11 "Este mismo Jesús, que ha sido llevado de ustedes al cielo, volverá del mismo modo en que lo han visto ir al cielo”. Hay una verdad divina inserta en este pasaje que quizá no sea evidente. Este “mismo Jesús”, el “Hijo del hombre”, el que caminó por las calles polvorientas de Nazaret, ministró en las calles abarrotadas de Jerusalén, sanó a los enfermos en las aldeas de Israel y predicó en las laderas cubiertas de hierba en Galilea, vendrá otra vez.


¿Es verdad que Dios juzgará cada persona de manera individual y de acuerdo con lo que está escrito de esa persona en los libros celestiales? Lee Daniel 7:9-10


Verdadero Verdadero

Falso Falso


¿Quién intercede por nosotros en el juicio celestial y se le entrega el dominio eterno para gobernar? Lee Daniel 7:13-14




Se inicia el juicio, y los libros (los registros celestiales de nuestra vida) se abren ante el Universo. En Daniel 7:13 y 14, el Hijo de hombre se acerca al Anciano de días, el Padre, y recibe su Reino eterno. El juicio revela ante todo el Universo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho todo lo posible para salvar a toda la humanidad. Este juicio vindica no solo a los santos, sino al mismo carácter de Dios contra las acusaciones falsas de Satanás (ver Job 1, 2; Sal. 51:1-4).


La corona del vencedor


Juan describe a Jesús como el “Hijo del hombre, con una corona de oro en su cabeza, y en su mano una hoz aguda” (Apoc. 14:14). La palabra para “corona” es stephanos; es la corona de un vencedor. Jesús una vez usó una corona de espinas, que simbolizaba la vergüenza y la burla. Una vez fue despreciado y rechazado por los hombres. Fue vilipendiado, ridiculizado, escupido, golpeado y azotado. Pero ahora lleva una corona de gloria y viene otra vez, y ahora como Rey de reyes y Señor de señores.


¿Qué significa la expresión del versículo Apocalipsis 14:15: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado? Lee Apocalipsis 14:15




¿Según la parábola del crecimiento de la semilla por qué el reino de Dios se compara al crecimiento de una semilla? Lee Marcos 4:26-29




Cada semilla produce una cosecha


¿Qué significado tienen los textos del versículo de Apocalipsis 14:18-19? Lee Apocalipsis 14:18-19




En Apocalipsis 14 hay dos cosechas. La cosecha de grano dorado representa a los justos, y la cosecha de uvas sangrientas representa a los injustos, o perdidos. Ambas cosechas están completamente maduras. Cada semilla sembrada está completamente madura. Un Dios amoroso ha hecho todo lo posible por nosotros, que incluía ofrecerse a sí mismo en la Cruz como sacrificio por nuestro pecado. “Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios en él”


¿El que adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca beberá de la copa de la ira de Dios? Lee Apocalipsis 14:9-10


Verdadero Verdadero

Falso Falso


¿Qué más podría haber hecho Dios más allá de esa Cruz? No hay nada más que la gracia pueda hacer para redimir a quienes han rechazado repetidamente al Espíritu Santo. Este es el urgente mensaje profético de Apocalipsis 14. Todas las semillas han dado frutos. El grano está completamente maduro, y las uvas están completamente maduras. El pueblo de Dios revela su imagen de gracia, compasión, misericordia y amor ante el Universo. Los hijos del maligno revelan codicia, lujuria, celos y odio. El carácter de Jesús se revela en un grupo; y el carácter de Satanás, en el otro.


Para estudiar y meditar


En forma sutil e imperceptible, casi inadvertida al principio, nuestro carácter y nuestra personalidad cambian según las “semillas” que estamos sembrando en nuestra mente. Siembra buenas semillas, y producirás buenos frutos. Siembra las malas semillas de este mundo, y producirás el fruto de este mundo en tu carácter. Si sembramos indiferencia hacia Dios y hacia los valores y las prioridades espirituales, cosechamos el fruto de la indiferencia: apatía, complacencia espiritual y frustración en nuestra vida espiritual.


Por eso, quienes piensan: Bueno, yo sé que un día vendrá la persecución final, la “marca de la bestia”, y así sucesivamente, pero cuando llegue, entonces ordenaré mi vida, están eligiendo un camino muy peligroso. Dios nos llama ahora, en este momento, a entregar nuestra vida a él. Cuanto más tardes en responder al Espíritu Santo, el alma se volverá cada vez más dura a los impulsos de Dios y más susceptible a caer en las mentiras del maligno y a creer en ellas.



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