Después del Éxodo, la tierra de
Canaán fue dividida entre las tribus, con excepción de la tribu de
Leví (Núm. 34-36; 1 Rey. 4:25). En
el contexto bíblico, Israel estaba organizado en familias, clanes y tribus
y el sistema familiar era el patriarcado. El bien más importante era la
tierra y el negocio era principalmente la ganadería con bovinos, ovinos
y caprinos, y la agricultura con viñedos, olivares, higueras, trigo, cebada
y otros cereales, y frutas.
El agronegocio en la biblia
Israel era una nación de empresarios, y la mayoría de las familias se
dedicaba al agronegocio. De acuerdo
con la Enciclopedia Judaica, 2ª ed., t.1, página 471, en el período cuando la Biblia fue escrita, más del 50% de
la población en el antiguo Israel era
de agropecuarios. Los demás vivían
en pequeñas ciudades y villas en actividades administrativas o también
eran empresarios del comercio y de
la industria. Por lo tanto, el grueso
de su economía era de empresarios.
¿En el día sábado solos los empresarios deben descansar del trabajo? Leer Éxodo 20:8-11
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Éxodo 20:8-11 Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.
Este mandamiento (Éxo. 20:8-11)
contiene los principios de la observancia del sábado aplicables a todas
las personas, en cualquier situación. El contexto del mandamiento parte de la condición del
israelita como emprendedor en el agronegocio y es un llamado a todos
los empresarios de todas las épocas.
El mandamiento del sábado en palabras modernas
Ningún trabajo harás en tu empresa, comercio,
industria, ni en tu hacienda, huerta o quinta, ni tú, ni tu empleado
(siervo) ni tu hijo que trabaja y vive
contigo, ni tus animales de tracción,
transporte y carga ni alguno que estuviera de visita o trabajando en tu
propiedad o negocio.
¿De los ingresos, ganancias y frutos de los emprendimientos que tenían las familias de Israel se tenia que diezmar y ofrendar? Leer Levítico 27:30-34
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Levítico 27:30-34 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. 31 Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. 32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. 33 No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.
34 Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.
En ese sistema, de empresa familiar, el diezmo y las ofrendas eran
entregadas por el patriarca representando a la familia. Aunque hubiera
comercio, industria y profesionales
individuales como carpinteros, herreros, albañiles y otros, los ingresos
de la población eran predominantemente de la tierra, de las haciendas
y chacras. Ese era el negocio de las
familias de Israel con el patriarca
como gerente de la empresa familiar.
¿Los emprendedores y empresarios Cristianos debemos honrar a Dios con nuestros bienes? Leer Proverbios 3:9
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Proverbios 3:9 Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;